“Aquí los equipos vascos tiran”


La Real ha paliado la sequía que hay en el corazón de Palencia. “Aquí estamos huérfanos de fútbol”. La incursión del Becerril en la Copa del Rey ha sido la luz milagrosa después de “la desaparición del Palencia”, tal y como relata con nostalgia el capitán, Varo, central titular para esta noche. En Castilla y León manda el balón tras un largo tiempo de ausencia.



La Balastera reunirá a 7.000 personas “por segunda vez desde que se inauguró”, aporta Cuco, el delantero del Becerril que, como Varo, recauda todos los boletos para salir hoy de inicio. Sólo quedarán libres entre 50 y 100 butacas en cada tribuna o fondo, por cuestiones de seguridad.

La Copa recupera sus viejas esencias. El fútbol amateur salta al foco mediático gracias al formato que antaño emocionó y que ahora se incrusta de nuevo en el calendario. Es el reencuentro por toda la geografía entre David y Goliat. En Becerril de Campos “estamos viviendo días que son una auténtica pasada”, expresa Varo con voz de asombro.

El fútbol no es un pasatiempo para el Becerril, pero sí una vía por donde escaparse de la adoctrinada rutina. Hoy será una jornada distinta porque “muchos se han pedido el día libre” en su trabajo. Habrá quien no deje de proclamar el ‘ora et labora’, como por ejemplo Cuco.

Cuando se viste de corto, el palentino es un atacante rápido y con olfato de gol. Antes, ganadero y agricultor. Hoy, también. “Me levantaré pronto para ir a ayudar al padre y al tío en la nave”. Cuco cumplirá con su cometido diario y luego cogerá el coche junto a Varo para desplazarse a La Balastera. Los dos son de Carrión, localidad palentina. El central abre la puerta de la librería que regenta de buena mañana. Es la vida.

Consignado el día de trabajo, llegará el momento de recibir a la Real en la capital de la provincia. Una eliminatoria celebrada por todo lo alto en Becerril de Campos. Varo desvela algunos de los misterios de la euforia que se desató cuando la bola de la Real se cruzó en el sorteo de los palentinos. Las razones se encuentran en las raíces que unen a Euskadi con Palencia.

“Ten en cuenta que hace un montón de años venía mucha gente vasca”. De ahí que, como cuenta Varo, “los equipos vascos tiran mucho aquí”. El jugador de Carrión reconoce abiertamente que “la Real estaba en la lista de favoritos” en el sorteo.

“Iremos a por todas”

Las antiguas migraciones vascas a Castilla fueron una especie de embrión para que por aquellos lares se siga con cariño a la Real. La historia del escudo también influye, según Varo. “No es lo mismo la Real que el Leganés”, establece.

Cuco ha comprobado que los oriundos “no paran de hablar sobre el partido” de esta noche. Confiesa que este cruce le ha hecho “muy feliz” y entiende el fútbol como un “desahogo en caso de que tengas un mal día en el trabajo o con la familia”. Otra vertiente ajena al profesionalismo.

Hace un mes largo que Becerril y Real fueron emparejados. El seguimiento a los txuri urdin ha crecido desde que están destinados a conocerse. “El día que jugaron contra el Real Madrid nos juntamos todos en mi casa para verlo”, recuerda Varo con alegría. Hoy “estaremos atentos a la alineación. Ya nos han dicho que vienen con todo”.

Cuco es delantero, aunque “puedo jugar de extremo para llegar y ponerla”. Las miradas se suelen dirigir a su puesto, pero “no me he imaginado marcando un gol”. Otra seña de humildad que, sin embargo, no está reñida con la ilusión: “No descartamos la sorpresa e iremos a por todas”.


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