Artesana zapoteca se quedó en casa para confeccionar trajes regionales

‘Eva Ru’ lleva 60 años confeccionando prendas de cadenilla; ya tiene pedidos para el próximo año.

Por Diana Manzo

Chicapa de Castro, Oax.- Desde su hogar en Chicapa de Castro, Oaxaca, la artesana Eva Pérez Sánchez, mejor conocida como “Eva Ru”, elabora trajes regionales de cadenilla, uno de los atuendos tradicionales que portan las mujeres en el Istmo de Tehuantepec, y que a pesar de la pandemia por el coronavirus sigue haciéndolos, inclusive ya tiene pedidos para el próximo año.

Eva lleva más de 60 años elaborando esta prenda que se utiliza mayormente en la danza de las velas, que son bailes típicos que se celebran en esta zona de Oaxaca, pero ahora por esta emergencia sanitaria están interrumpidos.

Ella pensó que al suspenderse las fiestas, se acabaría el trabajo, pero no fue así, por fortuna los pedidos siguen llegando y cada mes cumple con la entrega de un traje regional conformado por una enagua y un huipil y además elabora dos prendas más, lo cual contribuye a su economía familiar.

“El trabajo sigue, no se ha detenido, desde marzo a la fecha ya elaboré seis trajes regionales y al menos 12 huipiles. A la gente le gusta mucho usarlas, y aunque no haya fiestas los encargos no se detienen, al contrario, siguen”.

Los trajes regionales de cadenilla a diferencia de los de bordado y tejido, se elaboran usando una máquina de costura, similar a la que usan los sastres, pero más pequeña, además, utiliza hilos delgados de seda multicolor de acuerdo a los diversos diseños a selección de los clientes.

Para recibir a sus clientes, “Eva Ru” ha establecido un protocolo. Solo ingresa la clienta, quien debe usar cubrebocas, también implementó la sana distancia, desinfecta antes y después cada tela y los hilos de seda.

“Ni esa enfermedad que se llama Covid detiene la elaboración de estas prendas, al contrario, la gente viene y me visita, me trae sus telas y sus hilos y aquí se los voy haciendo poco a poco hasta terminarlo”.

Elaborar un traje regional requiere de mucha creatividad y paciencia, ella destina casi 10 horas al día, todo dependerá del gusto del cliente y por supuesto Eva como maestra artesana que es, siempre da el toque original y único a sus prendas.

No sale para nada de su hogar, además de que es población en riesgo por ser adulta mayor, son sus nietos e hijos lo que se encargan de buscar todo el material, que también ha sido difícil debido a que las tiendas y boneterías abren con horarios limitados.

Diseños únicos y con toque artesanal

El logro de Eva en sus 60 años de trabajo es que tiene dos diseños únicos de cadenilla. El primero lo confeccionó hace más de 30 años cuando una de sus hijas cumplió 15 años y el segundo hace 20 años con la ayuda de su esposo Rufino Pineda, quien es carpintero de oficio.

En todas las prendas que elabora a pesar de que es un diseño que ya existe, siempre le pone un toque suyo, que lo hace único.

“Me han dicho que hay diseños míos iguales, pero no es así, cada prenda es distinta, porque todo se elabora al gusto del cliente, No hay piezas iguales, esa es la clave de ser artesana, este oficio que me ha dado todo y me apasiona”.

Una sus clientes favoritas es la diseñadora mexicana Alejandra Martínez Spíndola, quiéen ha portado sus trajes regionales en diversos países del mundo como Francia.

Ganas y actitud le sobran, Eva es dinámica y activa, y seguirá trabajando aún con pandemia mientras tenga fuerza en sus pies que son los que hacen el vaivén del pedal de la máquina de costura.

“Aquí nadie se queja, nadie dice que no, todos cooperamos, no estamos esperando que el gobierno nos de. Es nuestra ideología, trabajar con pasión en lo que sabemos hacer”, concluyó.




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