Biden invoca una ley de seguridad nacional de la Guerra Fría para resolver la escasez de leche infantil

Biden invoca una ley de seguridad nacional de la Guerra Fría para resolver la escasez de leche infantil

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Elizabeth Amador alimenta a su hija, de nueve meses, en un dispensario público, el 12 de mayo en West Valley City (Utah).Rick Bowmer (AP)

El presidente de EE UU, Joe Biden, ha ordenado este miércoles a la Administración varias medidas urgentes para solucionar la escasez de fórmula infantil, como invocar la Ley de Defensa de la Producción para garantizar los ingredientes necesarios a los productores y establecer un puente aéreo para importar leche infantil maternizada del extranjero. Se trata de sendas iniciativas adicionales, más concretas, a las planteadas la semana pasada, cuando la Casa Blanca abordó directamente el tema. Mediante esta intervención, la Administración demócrata pretende colmar los estantes vacíos de supermercados y farmacias e impedir, al mismo tiempo, las prácticas desleales y los precios abusivos que había favorecido el desabastecimiento.

Invocando la ley federal excepcional de 1950, promulgada al inicio de la guerra de Corea y que constituye el principal recurso en manos de un presidente para agilizar la provisión de materiales y servicios básicos, Biden pretende garantizar que los fabricantes dispongan de los ingredientes necesarios para elaborar una fórmula infantil segura y saludable en EE UU. Mediante dicha ley, el mandatario exige a los proveedores que dirijan los recursos necesarios a los fabricantes de fórmulas infantiles antes que a cualquier otro cliente. En suma, priorizar y asignar la provisión de insumos clave para aumentar la producción y acelerar la transmisión de las cadenas de distribución.

En una carta a los responsables de Agricultura y Sanidad, así como al de la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, en sus siglas inglesas), el presidente les pide “identificar con prontitud todas y cada una de las vías para acelerar la importación de fórmula infantil segura a Estados Unidos”. Biden les insta también a trabajar “con el Departamento de Defensa para fletar aviones” que traigan a EE UU fórmula infantil “que cumpla con los estándares de salud y seguridad de nuestro Gobierno”. “Esto garantizará que estemos utilizando todas las herramientas disponibles para que las familias estadounidenses tengan un acceso más rápido a la fórmula infantil que necesitan”, subraya el demócrata.

La escasez de leches maternizadas para lactantes ha provocado en las últimas semanas dos casos graves, de sendos bebés con necesidades nutricionales específicas que, ante la inexistencia de las marcas prescritas, fueron alimentados con productos alternativos. Los dos hubieron de ser hospitalizados, aunque uno ya ha recibido el alta. Ambos casos han sucedido en el Estado de Tennessee, uno de los más afectados por el déficit, que alcanza casi el 50% de las existencias en el país.

Como señala Biden en la misiva, las importaciones de fórmula para bebés servirán como cabeza de puente para acelerar la producción. El desabastecimiento, originado directa pero no únicamente por el cierre por contaminación de una fábrica de los laboratorios Abbott -que representa el 48% de la cuota del mercado nacional, en manos de cuatro firmas-, ha provocado graves quebraderos de cabeza a cientos de miles de progenitores, lanzados a la carretera en busca de la fórmula que toman sus bebés o alguna parecida. También ha obligado al racionamiento a las principales cadenas minoristas.

Sobre el puente aéreo, la Casa Blanca insta a los departamentos implicados a apoyarse en el de Defensa, y a este, a utilizar sus contratos con líneas comerciales de carga aérea, como se hizo durante los primeros meses de la pandemia para importar rápidamente material sanitario (el entonces presidente Donald Trump también recurrió a la ley de 1950). “Eludir las rutas regulares de transporte aéreo acelerará la importación y distribución de fórmula y servirá como un apoyo inmediato a medida que los fabricantes continúen aumentando la producción”, explica la Casa Blanca.

Biden estuvo a punto de recurrir a esta ley de seguridad nacional, clave para garantizar la actividad de sectores críticos, el año pasado, cuando empezaron a manifestarse los atascos en las cadenas de suministro, que en algunos casos paralizaron temporalmente sectores económicos clave como el de la automoción. También cuando puso a trabajar a los puertos las 24 horas del día, para evitar esos cuellos de botella que a la postre influyeron en la inflación, en máximos en cuatro décadas.

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