EU comienza a admitir a solicitantes asilo, poniendo fin a estricta política de Trump

Biden presenta plan para acelerar procesamiento de peticiones de asilo y deportaciones de migrantes

El Gobierno de Estados Unidos anunció que acelerará el procesamiento de las peticiones de asilo y la expulsión de familias migrantes que no cumplan con los requisitos en sus solicitudes en la frontera con México, según un plan dado a conocer por la Casa Blanca.

El documento sobre un “sistema migratorio justo, ordenado y humano” recoge que “Estados Unidos puede tener una frontera ordenada, segura y bien gestionada mientras trata a las personas con justicia y humanidad” y subraya que el país “puede permitir que la gente ejerza su derecho legal a pedir asilo al tiempo que se reduce la migración irregular”.

Así, resaltó que “la Administración está trabajando para mejorar el proceso de expulsión acelerada en la frontera para determinar de forma justa y eficiente qué individuos tienen peticiones legítimas de asilo y otras formas de protección”, antes de agregar que “el asilo y otras vías legales para la migración deben seguir disponibles para los que buscan protección”.

“Los que no buscan protección o no cualifican serán rápidamente devueltos a sus países de origen”, señaló la Casa Blanca, que hizo hincapié en su compromiso de “considerar las peticiones de asilo de forma justa y eficiente” a través de una “lista de casos” para revisar estas solicitudes.

De esta forma, indicó que una de las vías que se impulsará será “autorizar a los oficiales de asilo a adjudicar peticiones de asilo de los que llegan a la frontera y establecer unos estándares de elegibilidad claros y justos que armonicen la postura estadounidense con los estándares internacionales”.

“La Administración ha empezado a rescindir políticas de la Administración (del expresidente Donald) Trump y decisiones que evitan injustamente que los individuos obtengan asilo”, dijo, antes de añadir que trabaja para “reducir los retrasos en los tribunales migratorios para garantizar que los casos prioritarios son considerados de forma adecuada y contratar a más jueces migratorios”.

Asimismo, destacó que se ha apostado por “facilitar una gestión segura de las fronteras en la región entregando entrenamiento y asistencia técnica, apoyando la mejora de la infraestructura fronteriza y la tecnología y promoviendo posturas colaborativas en migración y gestión de fronteras”.

Además, abogó por “fortalecer las operaciones contra el contrabando y el tráfico ilegal trabajando con gobiernos regionales para investigar y juzgar a individuos involucrados en el contrabando de migrantes, el tráfico de personas y otros crímenes contra los migrantes”.

De esta forma, señaló que “buscará expandir los esfuerzos multilaterales para abordar la grave situación humanitaria en América Central y fortalecer la gestión regional colaborativa de la migración”, antes de incidir que “Estados Unidos cree que todos los individuos deben poder tener una vida segura, estable y digna en sus propios países mientras se garantiza que el asilo y otras vías de migración legal siguen disponibles para los que las necesitan”.

Así, enfatizó que “los esfuerzos estadounidenses abordarán la inseguridad alimentaria y la desnutrición, mitigar los impactos de las sucesivas sequías y escasez de alimentos, promover la protección de individuos vulnerables y entregar materiales para apoyar la reconstrucción de viviendas y escuelas dañadas por los huracanes”.

“Estados Unidos trabajará también con Naciones Unidas para movilizar apoyo internacional por el deterioro de la situación en el Triángulo Norte”, apuntó, antes de agregar que “expandir el acceso a la protección internacional para dar seguridad a los individuos más cerca de sus casas construyendo y mejorando los sistemas nacionales de asilo” es otra de las vías en las que trabajará.

En este sentido, abogó por “establecer centros de recursos migratorios en los países del Triángulo Norte con el apoyo de organizaciones internacionales y en coordinación con los gobiernos de América central para dar acceso a servicios a personas que buscan vías legales de migración y protección”.

Asimismo, recalcó la importancia de “reiniciar y expandir el programa de Menores Centroamericanos para dar a los niños la oportunidad de recibir protección y reunirse con sus padres en Estados Unidos”, así como de “expandir el procesamiento de solicitudes de refugio en la región” y “expandir el acceso a los visados de trabajo temporal en la región”.

Para ello, señaló que habrá que aumentar la inversión en América Central para “hacer frente a la inseguridad económica y la inseguridad a través de programas que promuevan un ambiente adecuado para los negocios y un crecimiento económico inclusivo, desarrollar la fuerza de trabajo, la sanidad y la educación”.

La Casa Blanca mencionó además en la importancia de “combatir la corrupción y fortalecer la gobernanza democrática trabajando con gobiernos, sociedad civil y medios independientes” para “aumentar la transparencia, promover la rendición de cuentas y el respeto de los Derechos Humanos, sancionar a actores corruptos y dar protección a jóvenes en riesgo, víctimas de la violencia y otras poblaciones marginadas”, además de combatir la extorsión y la violencia sexual y de género.

El documento afirma además la necesidad de “dar un mejor uso a los recursos existentes” y subraya que el presidente, Joe Biden, “redirigirá recursos de un innecesario muro fronterizo a una inversión robusta en medidas de seguridad fronteriza inteligentes, como tecnología y modernización de los puntos de entrada”.

Por otra parte, resalta la importancia de “impulsar los mensajes públicos sobre migración para garantizar mensajes consistentes para desanimar la migración irregular y promover una migración segura, legal y ordenada”.

“Si bien Biden puede aplicar partes significativas de esta estrategia con su autoridad ejecutiva, el Congreso también debe actuar. Millones de personas que no son ciudadanos llaman casa a nuestro país. Los inmigrantes son una parte clave de nuestras comunidades y hacen contribuciones significativas a nuestra economía”, argumentó la Casa Blanca.

“Durante el último año, millones de migrantes han arriesgado su salud para trabajar junto a otros estadounidenses para llevar a cabo trabajos esenciales para el funcionamiento del país. Son estadounidenses en todos los sentidos, menos en los papeles”, explicó.

Por ello, la Casa Blanca destacó que “el público estadounidense apoya un camino a la ciudadanía y un sistema de migración legal justo y eficiente que dé la bienvenida al talento de todo el mundo y permita a las familias reunirse y tener una vida en Estados Unidos”.

(Europa Press)


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