Bixio Gorriz: “Estuve cerca de saltar al campo”


Bixio Gorriz (Irun, 1958) ha tenido muchas veces ansia de jugar su partido 600 con la camiseta de la Real, pero en Anduva hubiese defendido la txuri urdin con el alma hasta la victoria. Celebró el pase a la final como un aficionado más y tuvo que contener su alegría tras el pitido final.



¿Cómo vivió el partido desde la cabina de prensa?

Fue un día especial porque el partido era importante y lo viví como no podía ser de otra manera, con la sensación de que podíamos hacer algo grande. Con la tensión de una semifinal de Copa pero con confianza por todo lo que transmite el equipo. Era un día a cara de perro y la Real estuvo a la altura de la cita. Imanol tenía muy estudiado el partido y ganó la eliminatoria con todo merecimiento.

¿Qué es lo primero que pensó tras el pitido final?

Muchas cosas porque durante la retransmisión, que yo estuve en la SER, no tienes tiempo de saborear que vas a pasar a la final. Cuando me di cuenta de que ya lo teníamos hecho, me dio la sensación de que había corrido una maratón. Se me vino a la cabeza la alegría de la afición, lo que sintieron los jugadores, pero también me acordé de la tanda de penaltis en La Romareda.

Cuénteme eso.

Pues según avanzaba el final, cerré los ojos y me venían imágenes de Zaragoza viendo cómo Arconada paraba el penalti decisivo. Viendo el partido en directo y estando en la radio, me trasladó al año 87 porque te das cuenta de todo el esfuerzo, el sacrificio, lo duro y difícil que es llegar a una final. El premio es muy gordo.

Le vimos fundirse con Imanol en uno de sus abrazos. ¿Qué le dijo?

Me emocioné mucho, estuve a punto de saltar al campo a celebrarlo como si fuese un aficionado más. Quise dar la enhorabuena y abrazarles a los jugadores, pero me contuve. Por lo menos pude estar con Imanol, la primera reacción fue suya y me dio una palmada en la espalda: “¡Hombre, Bixio!”. Es una persona sencilla, normal, respetuoso en una celebración incluso como ésta. Me dijo unas palabras muy bonitas.

¿Con qué detalle se queda de esta semifinal ya histórica?

¡Puf! No sabría decirte porque fue todo muy intenso, pero tengo el recuerdo de aparcar el coche e ir andando al campo y encontrarte con aficionados de la Real que te demuestran un cariño increíble. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan querido y ver a toda esa gente cómo animaba y sentía a su equipo es algo impagable.

¿Visualiza ya la final o es pronto?

Todavía queda mucho, pero esta Real ya ha demostrado que puede competir contra cualquiera y en cualquier escenario. Sabía que íbamos a ganar el partido contra el Mirandés pero en la final no me atrevo todavía a verme con la Copa. No quiero vender la piel del oso antes de cazarlo. Imanol me decía que todavía queda lo mejor y tiene toda la razón. Queda la final y hay que ganarla.

¿Qué supondría tocar el frío metal de nuevo?

Los títulos son lo que hace grande a un club. ¿A nosotros por qué nos recuerdan? Pues no porque fuéramos un equipo que jugaba bien al fútbol o que defendiese muy bien, te recuerdan porque ganas dos ligas, una Copa y una Supercopa. Me acuerdo de que el Sporting de Gijón tenía un equipazo y algunos amigos de aquel equipo me dicen que “vosotros ganasteis y nosotros no”. Y tiene razón, los títulos hacen grande a un club y eso es lo que tiene que perseguir esta Real porque es una ilusión enorme.

¿Se asemeja en algo la Real de los ochenta con esta Real?

Pues mira, cada vez le veo más parecidos porque están siendo capaces de competir y convertirse en un equipo ganador. Las únicas veces que le he echado algo en cara a la Real es que tiene pequeños momentos de desconexión y se lo achaco a la juventud. Pero este equipo con un poco más de agresividad no hay quien lo parase porque calidad técnica tiene muchísima.

¿Estará en La Cartuja?

Seguro, con la bufanda de la Real puesta. No sé con quién, ni cómo, ni dónde, ni lo que voy a hacer, pero que voy a estar allí es fijo. Quiero vivir esa experiencia y estar con el equipo, si ganamos lo celebraré por todo lo alto y si se pierde seré el primero en apoyar el equipo


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