Xabi Etxeita, de entrenador a entrenador. De ser el míster de Morcillo, jugador recién renovado por el Athletic, a ser dirigido por Bordalás. Fútbol.
Morcillo acaba de renovar. Usted fue entrenador suyo.
Sí, tuve la suerte de entrenarle de txiki. Ya se le veían cosas interesantes. Me alegro de que haya llegado, que haya renovado y que siga aportando.
Otro al que conoce bien es a Bordalás. ¿Cómo empezó todo?
En Cartagena, en el medio año cedido, me entrenó JIM (José Ignacio Martínez), que es primo de Bordalás. Al terminar esa temporada me empezó a llamar Bordalás. Coincidí año y medio con él en Elche, luego me volvió a llamar otro par de veranos y al final coincidimos en Getafe.
Un míster controvertido.
Un entrenador especial, peculiar, pero a su favor tiene que sabe exprimir al jugador al máximo. Es un entrenador que todo futbolista debería tener alguna vez porque saca lo mejor de ti, sobre todo mentalmente.
Pues no tiene buena prensa.
Te exige mucho y también juega un poco porque quiere intentar siempre motivar a su equipo. No sé si las formas son las más adecuadas, pero es una de las armas que utiliza para motivar al máximo a su equipo y eso de cara al rival, al público, le hace no ser tan popular. Su fútbol quizás tampoco sea el más atractivo.
¿Y ahora qué?
Amore. El día a día. Venir a Urritxe a entrenar, volver a coger confianza y tono físico para ayudar en el campo y sentirme un jugador importante dentro del club.
¿Se ve jugando otra vez de 10, como en sus orígenes en el Amorebieta?
Nunca se sabe. Aquí en invierno, Urritxe embarrado e igual tengo que ir a coger las segundas jugadas (entre risas).