Menos fondo de armario que en un campo de concentración. Dejando a un lado la ropa del día a día, el Athletic de
Garitano
tiene dos trajes pasados de moda (
Beñat y Sanjo
), cuatro camisas demasiado provocativas, demasiado juveniles, con las que le da miedo hacer el ridículo por pudor (Sancet, Larra, Lekue y Kodro
), cuatro o cinco pantalones que le aprietan demasiado (
Ibai, Vesga, Balenziaga, De Marcos y Núñez
) y tres perchas vacías (
Aduriz, Herrerín y Villalibre
).
Cuando el de Derio mira a la grada buscando soluciones, no ve gol, por mucho que lo busque. Solo telarañas y una bolita de alcanfor. Solo falta que las polillas, en forma de lesiones, nos toquen a alguno.
El técnico deriotarra quizá pueda encontrar algo de control en el centro del campo, siempre que no les pidas velocidad. Y algo de ruptura en la media punta. Empaque, no demasiado. Mal asunto cuando las castañas hay que sacarlas del fuego cada 72 horas.
Mañana, en Eibar, más de uno de los jugadores rojiblancos deberá descansar si pensamos que el sábado vuelven a jugar. Es un puzle complicado. El Athletic aún ha de enfrentarse a Valencia, Barcelona, Real
Madrid y Sevilla, por lo que rascar puntos ahora se antoja fundamental.
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