A muchos no les sonará el nombre de Camilo Echeverry (Medellín, Colombia, 1994), más conocido artísticamente por su nombre de pila. Pero puede que en las últimas semanas lo hayan visto en programas de televisión o hayan escuchado sus canciones en la radio, pues suma un éxito tras otro, lo que le ha llevado a ganar recientemente su primer Grammy Latino. Es el joven colombiano con bigote a lo Dalí que últimamente aparece en las redes sociales de intérpretes como Dani Martín y Pablo Alborán y que hace unos días cumplió su sueño de pisar el plató de El hormiguero: “Para los artistas latinos es algo muy importante. Hace muchos años yo veía que los artistas que admiraba estaban ahí. Entonces ser ahora yo quien estuvo ahí fue una experiencia bien bonita”, rememora el cantante.
El lunes, a escasas horas para subirse a un avión y regresar a Miami, el autor de temas como Vida de rico o Favorito habló con EL PAÍS en la clausura de una semana de promoción repleta de trabajo. “Desde chiquito soñaba con que mi música tuviera un lugar en España. Y está pasando ahora. La gente está conociendo mi música, la está recibiendo, la está disfrutando. Todo este tiempo de pandemia mi música ha sido como banderita de alegría para muchas personas aquí en España y eso lo veo como un privilegio gigante”, relata emocionado. Su infancia siempre ha estado repleta de cultura española gracias a sus padres, Lía y Eugenio, pues en su hogar era habitual escuchar a Paco de Lucía, Camarón de la Isla y Tomatito, entre otros artistas flamencos. “La idea que mis papás tienen de España me enamoró desde chiquito y ahora venir acá a darle realidad a eso que antes era como fabulesco en mi cabeza siempre fue una ilusión tremenda”, explica con profundo sentimiento de admiración.
A pesar de la fascinación que sienten por el país mediterráneo, sus padres nunca han viajado a España. Él tenía muchas ganas de que este año le acompañaran en su aventura profesional, pero finalmente ha sido precavido ante la situación sanitaria. No obstante, advierte: “El año que viene, cuando cambie todo, sí quiero que vengan acá y que coman donde he comido, que beban el vino que yo he bebido…”. La estrella revelación quiere compartir con ellos todas las experiencias que está descubriendo a medida que se abre paso en otros países. Precisamente en ese camino cuenta con un equipo del que se siente muy orgulloso—cuando habla de su trabajo es habitual que lo haga en primera persona del plural—y unos compañeros de la industria que lo apoyan constantemente, como Dani Martín. Camilo y el exintegrante de El canto del loco presentaron en octubre Avioncito de papel, un tema que compusieron hace un par de años en la casa que el artista español posee en Zahara de los Atunes (Cádiz). Aquellos días frente a la costa estuvieron llenos de música, largas charlas y mucho vino, algo que ha mencionado bastante en sus últimas entrevistas. “El otro día me dice Dani: ‘Oye, me estás haciendo quedar como un borracho”, comenta riéndose y aclara que su amigo le ha enseñado a apreciar más esta bebida. “Me encanta el vino español. El Valbuena de Vega Sicilia tiene un lugar en mi corazón muy importante y creativo”, dice sobre esta bodega cuyo precio no baja de 100 euros la botella.
En pocos años el vínculo entre Camilo y Dani Martín ha sido tan fuerte que este último incluso formó parte del cortejo nupcial de la boda del intérprete colombiano con la cantante y actriz venezolana Evaluna Montaner. La pareja contrajo matrimonio en febrero, se fue de luna de miel y al poco tiempo comenzó el confinamiento. Un encierro que compartieron con la familia de ella, repleta de conocidos cantantes en Latinoamérica como su padre, Ricardo Montaner. Para Camilo no son solo sus suegros y sus cuñados, son amigos y compañeros de trabajo. Está agradecido de haber pasado más tiempo con ellos y especialmente con su esposa, pues en un principio 2020 se presentaba complicado: “Cuando planeamos nuestros calendarios estaban pintados para que nos casáramos en febrero y en marzo yo salía de gira y ella, a grabar una serie. Nos íbamos a ver solo un par de veces al año”. Al final la pandemia ha sido “como una luna de miel extendida”.
Escuchar las canciones de Vida de rico, Tatto o Favorito es conocer sus sentimientos hacia su esposa, pues es su principal inspiración para la música. “Ella es una pieza fundamental en mi vida personal y artística”, cuenta el cantante que no teme exponer públicamente su faceta más íntima: “Muestro mi relación como mi tesoro más bonito. No tengo otra manera de hacer canciones si no es desde la honestidad y desde el desnudo”.
Evaluna Montaner ha cambiado totalmente su vida hasta el punto de que ahora sueña con ser padre, pero por el momento sus agendas no les ceden tiempo para formar una familia. Estos días ella se encuentra en Bogotá grabando una serie y él ha cruzado el Atlántico para promocionar el álbum que publicó en abril, Por primera vez, e ir avanzando parte del que saldrá a comienzos del año que viene. La separación después de tantos meses juntos no ha sido fácil para él, pero de este viaje a España se lleva el recuerdo de haber conocido a Pablo Alborán en persona. Sin verse físicamente ambos unieron sus voces para presentar en verano una nueva versión del tema El mismo aire, del cantante colombiano, y pronto pasaron de la admiración mutua a la amistad. “En este viaje lo pude conocer y abrazar”, afirma Camilo, y añade: “Era como un par de hermanos que no se veían hace mucho tiempo”.
Con quien también se codea el artista es con su paisana Shakira: “La admiro mucho no solo como artista, sino también como colombiana”. Le hubiese encantado tenerla a su lado cuando ganó el Grammy el mes pasado, pues considera que el éxito de Tutu se debe en gran parte a la versión remix que grabó con Shakira. Y haciendo gala de la humildad que le caracteriza y agradecido con todo aquel que le apoya en su carrera desvela: ”Cuando estábamos de camino a los Grammy le hice saber: ‘Si lo llegamos a ganar, quiero que sepas que es tuyo también porque tú me abriste la puerta y fuiste generosa conmigo”.
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