El partido más difícil del año para el Barça femenino era la semifinal de la Copa de la Reina. Porque venían de la gran decepción de ser arrolladas en la final de la Champions y porque tenían que volver a ganar al Real Madrid, en Madrid, a partido único tras cinco victorias consecutivas ante el mismo rival. Las jugadoras de Giráldez saltaron al césped de Alcorcón con sed de venganza y pasaron, de nuevo, por encima de las blancas. El partido fue muy intenso, el Barça creó incontables ocasiones y sus jugadoras no presionaban, directamente asfixiaban a las contrincantes.
Tras una hora de fútbol, con 3-0 en el marcador, pasó algo significativo: Giráldez sustituyó a la Balón de Oro, Alexia Putellas, para dar entrada a Claudia Pina. La delantera de Montcada i Rexach es la grata revelación de la temporada. Necesita muy poco para marcar un gol. Esta es su característica conocida y reconocida. Pero ante el Madrid, en esa media hora de fútbol, cogió la manija en la media punta y dio un auténtico recital de fútbol. De verticalidad y de velocidad. De precisión en el pase y de visión de juego para darla al espacio libre. Se movió por dentro, se doctoró entre líneas, regateó y filtró con una clase de jugadora top mundial. Además de regalar pases mágicos, terminó el partido con dos sombreros en una misma jugada. ‘Chapeau’. Puro espectáculo. Y sólo tiene 21 años. Si no es titular en el interior es porque Alexia o Aitana ocupan ese sitio. Si no juega delante como titular… pronto lo hará. Una crack. Una delicia verla jugar.