Claudio Bravo, 14 años después

Claudio
Bravo (Viluco, Chile, 1983) nunca ocultó su intención de tener una carrera longeva. Jugar hasta los 40 años no fue una cuestión que al portero internacional por Chile le pareciera inalcanzable. Está a sólo tres años de conseguirlo. Después de cuatro temporadas de más a menos en el Manchester
City, el sudamericano ha iniciado una nueva etapa de su trayectoria en el Betis, con el que se enfrentará por segunda vez en su extensa carrera a la Real, el equipo que lo trajo a Europa en verano de 2006. Han pasado ya 14 años desde entonces.

El de Claudio
Bravo fue el mejor de todos los fichajes que hizo José
Mari
Bakero en los escasos 13 meses que estuvo al frente de la dirección deportiva del club. No sólo porque pagó poco más de un millón de euros al Colo Colo por un portero que la Real acabaría traspasando al Barcelona por 13 millones de euros, sino porque encontró en la figura del arquero chileno a un referente, un líder, al margen de un fantástico guardameta.

Bravo es el tercer extranjero que más partidos que ha jugado con la camiseta de la Real (237), sólo superado por Kovacevic (286) y Carlos Vela (250). Habrían sido unos cuantos más si su segunda temporada, la primera de la Real en Segunda, no se la hubiera pasado en blanco. El chileno jugó 30 partidos en su campaña de aterrizaje en Anoeta, pero el equipo descendió. Podría haber optado por buscar otro destino pero eligió quedarse, si bien el club apostó por la cantera y Riesgo se hizo con la portería. A partir de 2008, la titularidad de Bravo ya fue indiscutible y formó parte del grupo que llevó al club de Segunda División a la
Champions. Incluso marcó un gol, al Nàstic en Anoeta en 2010. Uno de los mayores clímax en la historia del estadio.

Habiendo firmado una trayectoria tan brillante y siendo uno de los mejores porteros de la historia reciente de la Real, el borrón que trazó Bravo al despedirse fue imperdonable para los que le idolatraron. El portero tenía firmado en su contrato que le correspondía un 10% de un hipotético
traspaso pero en el acuerdo de venta que se firmó con el Barcelona, se dejó expresamente por escrito que el guardameta renunciaba a esa cantidad. El chileno, sin embargo, decidió llevar a la Real a juicio para reclamarle 1,3 millones de euros, batalla judicial que acabaría perdiendo, afeando aún más su imagen ante la afición que le idolatró.

Bravo, que se ha recuperado de unas molestias en la rodilla, jugará el domingo su tercer partido con el Betis, al que ha llegado reclutado por su compatriota Manuel
Pellegrini. No escribirá como verdiblanco la historia que trazó en Anoeta. Los 237 partidos que jugó como blanquiazul suponen, de largo, una mayoría de los 375 que ha disputado como profesional en los 14 que lleva en Europa: 75 con el Barcelona, 61 con el Manchester City y dos con el Betis. La rotura del tendón de Aquiles en agosto de 2018 amenazó con poner fin a su remarcable trayectoria pero su carácter ganador le ha devuelto al primer plano para, ahora en Sevilla, intentar cumplir su objetivo de jugar hasta los 40 años.


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