Cómo guardar correctamente el café, el aceite o las patatas (y los recipientes que necesitas para ello)

Guardar los alimentos en el envase adecuado es clave para su correcta conservación. GETTY IMAGES
Guardar los alimentos en el envase adecuado es clave para su correcta conservación. GETTY IMAGES

¿Cómo conservar el café en casa?, ¿cuánto tiempo se puede almacenar el aceite?, ¿dónde poner las cebollas en la cocina? Son preguntas recurrentes que suelen surgir a la hora de guardar y clasificar alimentos de consumo diario en casa y que no siempre se resuelven de la mejor manera.

Como explica Natalia Rivero, experta en seguridad alimentaria y directora de RS Calidad y Formación, los alimentos no perecederos como el aceite, la harina o el café, “son aquellos alimentos que bien por sus propiedades (bajo contenido en agua, alto contenido en azúcar o en sal) o por sus procesos de conservación (envasados al vacío, en atmosferas protectoras, etc.) no necesitan frío para su conservación y es más difícil que se deterioren”. Son alimentos que siempre vienen acompañados de fechas de consumo preferente y que suelen conservarse adecuadamente en casa si se siguen algunos pasos sencillos como “almacenarlos en lugares secos, a temperaturas no elevadas (no superar los 25 ºC) y aislados directamente del sol”, recuerda Rivero.

Además, para evitar posibles contaminaciones cruzadas siempre se recomienda que “este tipo de alimentos estén almacenados en envases cerrados, que no se dejen directamente sobre el suelo o que, al guardarlos en estanterías no estén, por ejemplo, cerca de productos de limpieza, que puedan derramarse sobre ellos”. Otro aspecto a tener en cuenta es que, desde un punto de vista de seguridad alimentaria, los productos no perecederos que ya se comercializan envasados siempre es mejor dejarlos en su envase original. “Si, por el motivo que sea se trasladan a otro envase o recipiente, este siempre tiene que ser de uso alimentario. Al elegirlos se pueden identificar porque son artículos que incluyen un icono con el símbolo de una copa y un tenedor”, explica la experta.

Siguiendo estas recomendaciones en EL PAÍS Escaparate hemos seleccionado nueve artículos que pueden adquirirse online y que serán de gran ayuda a la hora de guardar correctamente en la cocina alimentos de uso cotidiano como el café, las patatas, las cebollas o el pan.

CAFÉ

Lo recomendable es guardarlo bien cerrado –utilizando, por ejemplo, unas pinzas– directamente en su envase original o dentro de otro recipiente. Pero siempre, como indica la experta en seguridad alimentaria, “cerrado, porque al ser un producto rico en aromas, por volatilidad, puede perderlos o captar otros del ambiente”. Para evitarlo suelen utilizarse “envases de lata o de materiales que impidan la captación de otros olores”. Al elegirlos se ha de tener en cuenta que sean artículos “de uso alimentario, que se representan con el símbolo de una copa y un tenedor”.

Bote hermético para café con cuchara

Fabricado en acero inoxidable, este recipiente está diseñado especialmente para almacenar café molido o en polvo. La tapa, con cierre hermético, incluye también un calendario para anotar la fecha en la que se ha guardado. Además, la válvula de la tapa permite mantener el aroma durante más tiempo. Se acompaña de una cuchara para coger el café, sus dimensiones son 13 x 19 x 17 centímetros, y tiene una capacidad para 500 gramos.

Pack de pinzas para cerrar bolsas

Un recurso muy práctico para mantener los alimentos frescos y, en este caso, cerrar completamente el envoltorio original del café para mantenerlo fresco durante más tiempo. El pack incluye 36 piezas de distinto tamaño para adaptarse a bolsas y paquetes de distintas características. Son reutilizables y los clips están fabricadas en plástico resistente que pueden introducirse en la nevera y el lavavajillas.

ACEITE

Lo más importante en este caso es que el aceite “no esté sometido a un excesivo calor y no reciba luz directa”. Para ello, se puede optar por un envase cerrado, ligeramente opaco, y similar a los que se utilizan para comercializarlo. “Un mal almacenamiento puede producir un enranciamiento del aceite y dar un sabor desagradable al mismo”, recuerda Rivero.

Botella de aceite de vidrio con dispensador

Una botella que sirve tanto para almacenar como para servir el aceite, con un diseño sobrio y sencillo para adaptarse a distintos entornos. Está equipada con un dispositivo para verterlo fácilmente y de forma controlada, evitando así derrames o goteos indeseados. Además, se acompaña de un pequeño embudo y las tapas se presionan suavemente con la mano para abrirlas y cerrarlas. El color verde del vidrio ayuda a proteger el aceite de la luz solar para evitar su oxidación y deterioro.

PATATAS

“Aunque es un producto no perecedero, hay que tener mucho cuidado con aquellas que les ha dado el sol directamente y ya tienen brotes”, indica la experta. “Por lo tanto, lo ideal es almacenarlas en lugares oscuros y sin exposición directa a la luz, ya que pueden producir sustancias tóxicas como la solanina y en otros procesos con altas temperaturas de cocinado, acrilamina”. Una buena forma de guardarlas es en sacos de tela o rejilla que no dejen pasar la luz y favorezcan la ventilación.

Bolsa con forro para guardar patatas

Equipada con un forro opaco para evitar que penetre la luz, esta bolsa permite detener el brote de las patatas y asegurar que su estado natural se alargue el mayor tiempo posible. Tiene unas dimensiones de 24 x 24 centímetros, un cierre con cordón, y un revestimiento exterior que imita los sacos de almacenaje tradicionales. La bolsa está también pensada para reducir el uso de envases de plástico en la cocina y fabricada con materiales como bambú.

AJOS Y CEBOLLAS

Al igual que las patatas, los ajos y cebollas también se deben almacenar en lugares “sin luz directa y sin humedad”, explica la especialista en seguridad alimentaria. “No se deben guardar en la nevera porque favorece el crecimiento de mohos y puede dar lugar a que se pudran”. Para estos alimentos también “se recomienda que el envase esté aireado, por ejemplo, aquellos fabricados con tela de malla” o que estén ligeramente abiertos.

Cesta abierta para verduras

Confeccionada en tela de yute natural y provista de un revestimiento impermeable, esta cesta es adecuada para guardar ajos o cebollas. Con un cordón que permite cerrarla completamente o dejarla ligeramente abierta, permite que las verduras se mantengan frescas durante más tiempo. Para un correcto mantenimiento, se recomienda no introducirla en la lavadora y lavar el interior con un paño húmedo.

Bolsa cerrada para verduras

Diseñada para conservar cebollas, esta bolsa en color beis se puede adquirir también en un tamaño mayor para guardar patatas. De la marca Natural Elements es un producto que supera las mil valoraciones en Amazon y que alcanza una nota media de 4,6 estrellas sobre 5. Incluye un forro opaco para que la luz no incida directamente en los alimentos y un cordón en la parte superior para cerrarla si se desea y mantener el interior más fresco.

Juego de bolsas de almacenaje de ajos, cebollas y patatas

Esta propuesta presenta tres bolsas de distinto tamaño para conservar los alimentos en buen estado durante más tiempo. Están confeccionadas en tela y disponen de una cremallera lateral para introducir o sacar ajos o cebollas cómodamente. Su diseño permite la transpiración de los alimentos para evitar, así, posibles malos olores en la cocina.

HARINA

“La harina debe de estar en un lugar sin humedad, seco y a temperaturas no elevadas”. Para ello, es fundamental recurrir a botes o envases “herméticamente cerrados” para que no coja humedad, no entren bichos y “se puedan eliminar los ácaros de la harina”. Además, no es aconsejable mezclarla con otros lotes de harina que puedan tener más tiempo.

Dos botes de cristal herméticos

Este pack incluye dos tarros de vidrio transparentes que se cierran herméticamente a través de una tapa con anillo de gama y sello de metal. Tienen capacidad para 1.000 mililitros y se trata de unos tarros multiusos que, además de para guardar harina, se pueden utilizar para conservar cereales o pasta. Tienen un diseño bonito y práctico para que la cocina se mantenga siempre ordenada y en equilibrio.

PAN

“Los panes del día –indica Rivero– deben consumirse como máximo en 24 horas. Pasado ese tiempo, lo mejor para conservarlo es la congelación”. Para guardarlos en casa podemos optar por bolsas de tela o de papel. “En el caso de los panes de molde debemos guiarnos por su fecha de consumo preferente, pero nunca debemos guardarlo en la nevera, mejor en un lugar seco para evitar la proliferación de mohos”.

Bolsa de algodón orgánico para pan

Confeccionada en algodón orgánico, esta bolsa con capacidad para guardar dos o tres barras de pan es perfecta para almacenarlo correctamente y, además, tiene un diseño sencillo y versátil para colocarla sin problema en cualquier cocina. Dispone de asas y un cierre con cordón. Sus medidas son 70 x 29 centímetros.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 16 de octubre de 2021.


Source link