Coro: “Es un enorme orgullo que se me recuerde por aquel gol”

Ferran Corominas, más conocido futbolísticamente como Coro, fue el encargado de darle una patada al reloj que cronometró los 13 minutos más angustiosos de la historia reciente del Espanyol. El conjunto entonces dirigido por Lotina, apenas un mes después de proclamarse campeón de Copa en el Bernabéu (4-1 al Zaragoza), estuvo casi un cuarto de hora en Segunda. Pero un gol de Coro, en el tiempo añadido y cuando la tragedia perica ya se consumaba, desató la locura en Montjuïc y cambió la historia. Este miércoles se cumplen 14 años, y no hay perico que no sienta un escalofrío al recordar aquel 13 de mayo de 2006. El propio Coro no es una excepción. “Fue muy emocionante. Es un enorme orgullo que se me recuerde por momentos especiales como aquel. Sufrimos mucho, pero al final nos llevamos una gran alegría”, recuerda Coro atendiendo la llamada de Mundo Deportivo para charlar sobre la efeméride.



No es para menos teniendo en cuenta cómo se sucedieron los acontecimientos. El Espanyol se fue metiendo en el barro de forma incomprensible para llegar a aquella última jornada de la Liga sin haber asegurado la permanencia. Sabía, no obstante, que dependía de sí mismo para hacerlo. Las cuentas estaban claras. Necesitaba lograr en Montjuïc ante la Real Sociedad como mínimo el mismo resultado que consiguiera el Alavés, su contrincante en esta lucha, en Mendizorroza ante el Deportivo de la Coruña.

La tensión hizo acto de presencia en uno y otro escenario, llegando al tramo final con sendos 0-0 en ambos marcadores. Con los mismos, el Espanyol estaba salvado. Pero entonces sucedió. En el minuto 78 de partido a través de los transistores se escuchó: “¡Gol en Mendizorroza!”. Bodipo acababa de marcar para el Alavés. El Espanyol estaba virtualmente en Segunda y tenía poco más de 10 minutos para evitarlo.



Antes de eso el Espanyol ya se había topado dos veces con la madera en busca del 1-0, y estrelló un tercer balón a posteriori del tanto del Alavés. ¡No quería entrar! Aquella maldita pelota se negaba a traspasar la línea de gol de la portería defendida por Alberto para desesperación perica. En la grada se mezclaban los llantos con los gritos de aliento, y sobre el césped los jugadores buscaban a la desesperada el milagro.

No va más. 3 minutos de añadido. Pasa el primero. Nada. Es el fin. Y de repente el eterno Dani Jarque cuelga un balón a la olla, Pandiani la peina, y le cae a Coro, que la manda a la red. “Todavía me para gente por la calle y me explica lo que estaba haciendo en aquel momento”, dice Coro al recordar aquel instante mágico.

Coro y Pandiani, abrazados tras la agónica salvación
Coro y Pandiani, abrazados tras la agónica salvación

Perico para siempre, confía en la salvación

En la actualidad, con 37 años, Coro continúa marcando goles. Concretamente en India, aunque con cierta incertidumbre en cuanto a lo que pasará tras esta crisis del coronavirus. ¿Regresar a la que es su casa algún día? Estaría encantando. “El Espanyol siempre será mi club. Ya lo era como seguidor antes de ser jugador, y está claro que en algún momento me gustaría formar parte otra vez del club con otro cargo que no sea el de jugador”, asevera con el corazón teñido de blanquiazul.

Por el momento vive el espanyolismo como el aficionado que siempre fue, y respecto a la reanudación de una Liga en la que los de Abelardo también se juegan la permanencia, se muestra confiado en lograr la misma. “Los números no son los mejores, pero en situaciones similares el equipo se salvó. Tanto en la temporada de mi gol ante la Real como en la primera de Pochettino. Está claro que está complicado por los puntos que se necesitan, pero también hay que tener en cuenta que el Espanyol tiene enfrentamientos contra rivales directos y los puede sacar adelante. Hay equipo como para conseguirlo”, comenta al respecto un perico cuya gesta debe inspirar a la actual plantilla para lograr la salvación este curso.


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