Crítica de Romney siembra dudas sobre Trump para el 2020

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Donald Trump dice ser “el presidente más popular en la historia del Partido Republicano”. Sus aliados, sin embargo, temen que la presencia de un correligionario de renombre en las primarias republicanas hunda sus posibilidades de ser reelegido.

La inquietud se reflejó en un correo electrónico que circuló entre los miembros del Comité Nacional Republicano horas después de que Mitt Romney criticase duramente el temperamento de Trump y su liderazgo mundial en un artículo de opinión publicado por el Washington Post. Romney asumía el jueves como senador por Utah.

Su duro mensaje fue interpretado como un esfuerzo por alentar a que figuras republicanas como el gobernador de Ohio John Kasich y el senador Jeff Flake, que acaba de dejar su banca, le hagan frente a Trump.

Si bien es improbable que un rival republicano le arrebate a Trump votos de su leal base, hay quienes creen que una primaria disputada desgastará al presidente y se llevará recursos necesarios para la elección general en vista de que Trump tiene bajos índices de aprobación y corre peligro de perder votos en los suburbios.

Incluso si gana las primarias, esa contienda seguramente perjudicará las perspectivas de reelección del magnate, de acuerdo con Jevon Williams, miembro del Comité Nacional Republicano.

“Los señores Romney, Flake y Kasich seguirán con su fantasía de ser presidente incluso si eso conlleva la destrucción de nuestro partido y negarle al presidente Trump la reelección”, escribió Williams a los otros miembros del Comité. La Associated Press obtuvo una copia de la carta. “La historia política es clara: Ningún presidente republicano al que le surgieron rivales en las primarias fue reelegido”.

Kasich se sintió alentado por las críticas de Romney al presidente.

“Bienvenido a la palestra, @MittRomney”, escribió Kasich en su cuenta de Twitter el miércoles, al tiempo que reprodujo el artículo de su correligionario.

El asesor de Kasich John Weaver dijo que el gobernador de Ohio ha estado “muy solo” en los últimos tiempos como el crítico republicano más visible.

“Ya no está tan solo”, agregó.

Kasich dejará la gobernación este mes y ha estado reforzando su organización con miras a una posible postulación, incorporando personal y voluntarios a su equipo.

Sus colaboradores dicen que todavía no decidió si darle pelea a Trump, ya sea como republicano o como independiente.

El debate entre los republicanos es cómo –y si– proteger a Trump. Williams propuso al Comité Nacional que cambie las reglas partidarias para hacer que resulte más difícil montar una campaña con posibilidades.

Actualmente, cualquier candidato que obtiene la mayoría de los delegados en cinco estados puede presentarse a la convención nacional. Algunos partidarios de Trump creen que esa cifra tan baja puede causarle problema.

El consenso es que resultará casi imposible privar a Trump de la nominación republicana. El temor entre los republicanos es el costo que puede tener un desafío interno en las elecciones generales.

Algunos dirigentes dicen que a esta altura ya no se pueden cambiar las reglas de la convención.

El exintegrante del Comité Nacional Saul Anuzis opina que la gente de Trump dejó escapar una gran oportunidad.

“Nadie quiere una primaria. No es saludable para nosotros”, expresó Anuzis. “Los demócratas van a criticar a Trump y también algunos republicanos. ¿En qué nos beneficia eso?”.

Trump, impertérrito ante el golpe sufrido por los republicanos en las elecciones de mitad de término, en que perdieron el control de la Cámara de Representantes, no parece muy preocupado por la posibilidad de que le surja un rival en las internas del partido.

“Dicen que soy el presidente más popular en la historia del Partido Republicano”, declaró a la prensa.

La encuestadora Gallup indicó que el mes pasado solo el 39% de la población aprobaba el desempeño de Trump, el índice más bajo de cualquier presidente al menos desde 1954. El 89% de los republicanos, no obstante, ve con buenos ojos su desempeño.

El mandatario enfrenta presiones derivadas de la investigación de los contactos de su campaña con Rusia y de lo que se le viene encima ahora que los demócratas controlan la cámara baja y planean lanzar más pesquisas sobre posibles irregularidades. Esto podría hacer que Trump se enfoque exclusivamente en su base de votantes, según analistas.

Es sabido que a Trump le gusta redoblar las apuestas y mantener sus posturas en medio de una crisis, lo que podría dificultar la captación de independientes o de demócratas desencantados con su partido, dos bloques que necesita.

Romney insistió en su artículo en que no piensa postularse por tercera vez a la presidencia, pero se abstuvo de darle su apoyo a Trump.

“No decidí a quién voy a respaldar en el 2020”, declaró a CNN. “No volveré a postularme. Veremos si alguien lo hace en las primarias republicanas o no. El tiempo dirá”.


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