Del desorden de Lampard a la estabilidad de Tuchel

Cuando se anunció la marcha de Frank Lampard, muchas tensiones se aliviaron. Marina Granovskaia, la mano derecha de Abramovich, era una de las mayores críticas de la gestión de la leyenda ‘Blue’. Tampoco el vestuario era de su agrado. Con su marcha terminó una era de inestabilidad en Stamford Bridge y comenzó la tranquilidad de Thomas Tuchel.

El alemán ha servido de apaciguador para la vida en Londres. Un club que venía de un gasto de más de 200 millones en verano vivía con Lampard una duda constante que se veía además reflejada en la tabla de la Premier League. Llegó a ser noveno hace seis jornadas, a doce puntos de la cabeza. Tocó fondo y respondió eliminando a una leyenda del camino, con escaso currículum a sus espaldas y referencias, y trayendo a Tuchel.

Con Lampard siempre sobrevolaba la idea de que el equipo no sabía a lo que jugaba. El inglés estaba abonado al 4-3-3, pero cuando veía que los resultados no acompañaban y decrecía su confianza en la portería, sobre todo en los tiempos en los que Kepa era titular, también probó con cinco defensas. Tuchel rompió con eso. Desde el primer momento confió en jugar con cinco atrás, apoyándose en hombres con experiencia, por lo que César
Azpilicueta y Marcos Alonso, que brilló como carrilero en la época de Antonio Conte, recuperaron la titularidad.

Estableció dos pivotes fijos, como Jorginho, que alternaba titularidad con suplencia con Lampard, y Mateo Kovacic, a la espera de que volviese el lesionado N’golo Kanté, y arriba intentó dar oportunidades a todos. El nueve quedaría reservado para Tammy
Abraham u Olivier Giroud, mientras que las otras dos posiciones se las disputarían Mason Mount, Timo Werner, Kai Havertz, Hakim Ziyech y Christian Pulisic. También volvía a entrar en escena Callum Hudson-Odoi, que apenas había sido recurso para Lampard.

Tuchel, al igual que Lampard, no veía a Werner como un nueve único y prefería echarlo al costado izquierdo para que se sumara como uno más al ataque. El alemán es el preferido en las alineaciones por coste y proyección, mientras que Abraham y Giroud se alternan en punta. El hueco disponible se lo rifan Mount, Havertz, Ziyech y Pulisic.

Mount, favorito por sensaciones y rendimiento; Pulisic, frenado por las lesiones, Havertz, con mucho que demostrar y Ziyech, el que menos ha jugado (por ahora).

Para el partido más importante, contra el Tottenham fuera de casa, Tuchel, sin embargo, decidió prescindir del ‘nueve’ y jugar con Werner, Mount y Hudson-Odoi. La fórmula funcionó y el equipo se llevó la victoria, aunque desperdició muchísimas oportunidades arriba.

Tampoco la portería se ha librado de cambios. Relegar a Kepa al ostracismo como hizo Lampard creó fricciones con la directiva, ya que el español fue una inversión fortísima del club y el técnico inglés solo le daba minutos en la copa y a veces ni eso.

Tuchel pronto agasajó al de Ondarroa, le cubrió de elogios y le dio la titularidad en FA Cup ante el Barnsley y, sorprendentemente, ante el Newcastle en la Premier. Dos porterías a cero dan confianza al español, que no ha perdido la esperanza de disputarle el primer puesto a Edouard Mendy, el que sigue siendo el número uno para Tuchel.

El Atlético de Madrid será el primer gran reto para el Chelsea de Tuchel, que después de siete partidos aún no ha perdido y suma cinco triunfos y dos empates. Pero los rojiblancos son palabras mayores y aquí el proyecto de los ‘Blues’ se pondrá por primera vez a prueba.


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