Si algo está demostrando una solidez a prueba de bombas a lo largo de esta crisis sanitaria es la fidelidad de la masa social de la Real. A punto de concluir la campaña de renovación de abonos que, como cada año, tiene lugar por estas fechas, la pérdida de socios está siendo testimonial. Se han contabilizado menos bajas este año que en 2020 y se han registrado 250 altas más. Espectacular.
Jokin
Aperribay anunció en la Junta de Accionistas una cifra récord de 35.287 abonados y, en la actualidad, a la espera de cerrar la campaña de renovación, se encuentra por encima de los 34.800. Es decir, el 96% de los abonados ha renovado su carnet, lo que sin duda es un ejemplo de fidelidad sin precedentes en toda LaLiga. La afición de la Real arde en deseos de volver a Anoeta a ver jugar a su equipo.
La Real no se ve afectada por no vender entradas
Una de las líneas de negocio que se está viendo afectada en los grandes clubs es la relativa al merchandising, venta de entradas o visitas a los museos y estadios. La Real, por su dimensión y por el elevado porcentaje de ocupación de los abonados en Anoeta, aguanta mejor este embate.
La venta de productos en las tiendas se mantiene en similares registros. La venta ‘on line’, además, compensa la ausencia de los días de partido, jornadas fuertes de venta en Anoeta como es normal. Febrero, además, es tradicionalmente un mes flojo. En lo referente a la venta de entradas, la economía de la Real no se ve repercutida ya que, con alrededor de 35.000 abonados, apenas vende papel. Cuando se reabra el estadio los primeros en volver, progresivamente, también serán los socios, por lo que poco o nada cambia en ese sentido en Anoeta.
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