Eduardo Escobar: “Esta pandemia nos servirá de entrenamiento para otras”


Es una eminencia en medicina y en la Real Sociedad, traumatólogo y cirujano ortopédico, doctor en la escuadra txuri urdin durante lustros y hasta hace una década. Eduardo Escobar (Iruñea, 1954) habla en MD sobre el coronavirus y su influencia en el fútbol y los jugadores.



¿Cómo ve la situación general?

Creo que estamos sumidos en la ignorancia. Hay dos posibilidades: una, que realmente sea la alarma, con todas las letras, de los últimos tiempos en sentido sanitario y la otra es que, a una cierta alarma por una epidemia que no sabemos hasta qué punto es grave se sumen factores de tipo de socio-político y económico que no podemos controlar. ¿Se ha montado todo esto porque la alarma sanitaria es del calibre que estamos viendo o se ha hecho tan importante porque nadie quiere perder el ritmo y evitar responsabilidades que política o económicamente vayan en contra?

Se lo pregunta porque no tiene una respuesta y eso que es doctor

Nadie tiene una respuesta. Sí hay datos que se pueden analizar sobre la gravedad de la pandemia. Epidemias se producen todos los años de las que no tenemos datos con los que nos bombardeen. La gripe, por ejemplo. Hay defensa inmunológica que va cambiando año a año porque el virus también cambia. Esta nueva epidemia se distingue porque su efecto de mortandad es mayor entre personas inmunodeprimidas, mayores, enfermas… Los que tienen una mayor facilidad para que el germen les ataque. Crea más muertos por número de contagiados.

¿Qué le sorprende de lo que está pasando?

No sabemos si nos quieren tranquilizar cuando nos dicen aquello de que esto es como la gripe. Pero luego hay reacciones muy alarmantes desde altas instancias políticas y ves que se están contagiando los mismos políticos, actores, futbolistas… Cuando hay una pandemia de gripe, todo el mundo pasa eso y nadie sale diciendo que se ha contagiado. Si se contagia, sale con el pañuelo y ya está.

¿Cómo enjuicia su repercusión social?

A ver, su mortalidad es más alta entre la población sensible y se transmite muy rápido por vía aérea, como tantos otros virus. En lo que a repercusión social se refiere, hay una pandemia de miedo, una pandemia de actuaciones políticas para decir que nadie se baja del carro, que todo el mundo es muy consciente y defiende al pueblo, que los medios sanitarios son los mejores… Eso está haciendo que el germen esté siendo muchísimo más mórbido y mortal de lo que pretendía el propio germen.

¿Cómo valora las medidas que se están tomando?

Me parecen bien. Cuando se desata la psicosis y la noticia generalizada, el que tiene la responsabilidad debe asumir las funciones. Yo no doy la mano, me lavo las manos entre paciente y paciente como siempre, pero a veces no es suficiente. Y en el fútbol, ¿cómo vas a mantener en un estadio 30.000 personas sabiendo que unos cuantos estarán contagiados y esparcirán esos virus? Eso no se puede controlar. Al final, todos terminaremos contrayendo esta especie de gripe brutal en la misma proporción que cualquier otra epidemia.

¿Que proporción calcula?

El número de personas que normalmente contraen otra epidemia, que no es el 100% de la población. Si una gripe la coge, por ejemplo, un 23% de la población, ésta la cogerán un 18% o un 35%. Esto es imparable. Está bien tomar medias de aislamiento y poner barreras al virus. Nos servirá de entrenamiento para otras posibles pandemias que podamos sufrir en el futuro. En el mundo hay millones y millones de virus latentes, que están por descubrirse, están en zonas recónditas y no humanizadas de la tierra, en reservorios de animales. Afloran cuando son invadidos por los humanos. Hay virus que no se transmiten por vía aérea, gracias a lo cual no ha desaparecido la especie humana. Si el Ébola o el VIH se hubiese transmitido por vía aérea, quizá no estábamos aquí.

¿Puede venir otro virus mas mortífero?

No tenemos ni idea. Con esta explosión demográfica y con la basura que generamos cada uno… Esto es insostenible, cada vez nos apropiamos mas de la tierra, de zonas vírgenes. O se pone coto o seguirán surgiendo seres que nos invaden.

¿De ésta saldremos?

Sí, sí. Esto es una campana de Gauss, que subirá y bajará y desaparecerá en unos meses. Pero quizá el año que viene tengamos otra.

Han suspendido el fútbol, se entiende que para evitar el contagio entre los propios jugadores, ¿no?

En cuanto hay una persona que en un círculo cerrado se ha contagiado, ha roto la actividad de ese círculo. Valdebebas ha cerrado por un jugador de basket. No es que uno se infecte y se vaya a casa, es que has parado la actividad de todo el equipo.

La Real se entrena con normalidad, será porque no ha entrado ahí el coronavirus, ¿no?

Supongo que no y que estarán realizándoles controles todos los días. Pero al final, una se va a su casa y está con un niño que ha estado en el parque, o su mujer ha ido a hacer la compra y alguien ha tosido en la cola de la carnicería… Hay contactos incontrolables.

¿Un futbolista es igual que cualquiera a la hora de sufrir el virus?

Sí. Hay muy pocas personas que siendo jóvenes estén graves, vayan a la UCI o se mueran por este virus. Sólo supone un latazo estar aislado y sin entrenar durante un tiempo.

Escobar sigue a la Real con pasión: “Claro que estoy disfrutando”, pero todavía no del todo: “Estoy esperando a que alguien dé un golpe de estado a Aperribay y sus ‘boys’ para volver a Anoeta. Que les vaya muy bien porque eso significará que le va bien a la Real, pero yo con ellos no comulgo. Yo me fui de la Real por culpa de Aperribay, no por culpa de Badiola. No le puedo tener ningún cariño. Tampoco he recibido ninguna invitación para acudir al campo por los 18 años que estuve”.



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