El 1×1 de Japón ante España

En contra de lo que se preveía, no tuvo que intervenir mucho pero cuando le tocó, respondió.  Poco pudo hacer ante el cabezazo de Morata en el 0-1 de España.

Muy intenso durante todo el encuentro, solventó bien las tareas defensivas. No dejó de correr.

El veterano jugador se las tuvo que ver con el novel Williams. Y sufrió en su banda cada vez que el balón le llegaba al del Athletic. En ataque apenas se prodigó. Sustituido en el descanso.

Vio pronto amarilla por una entrada sobre Gavi, lo que le condicionó, pero supo llevar perfectamente la situación.

Lideró la zaga nipona el jugador del Schalke, que se las tuvo con Morata tras una falta en la que vio amarilla. Recriminó al colchonero que exagerase.

Se olvidó de Morata en el gol de España, dejando al delantero solo para rematar.  Y salió casi al área contraria persiguiendo a Pedri, viendo amarilla. Luego se entonó.

Comenzó con alguna duda, pero con el paso de los minutos se fue encontrando mejor sobre el terreno de juego.

Hizo el 1-2, un tanto que pasará a la historia de la selección japonesa, Victoria ante España y a los octavos de final. Casi nada.

En la primera parte estuvo solo en punta y no rascó más que algún tobillo español, desesperado por su situación.  Ni una sola oportunidad tuvo, pero se vació en defensa. 

El del Eintracht de Frankfurt es uno de los hombres con más calidad de Japón, pero no pudo demostrarlo. No tuvo mucha participación. Acabó en el banquillo.

Fue titular pero sólo jugó la primera parte. Con Japón defendiendo toda la primera mitad, no entró en contacto con el balón y no pudo mostrar sus cualidades.

El lateral fue suplente, pero cuando entró al campo se vació para mantener la ventaja para su equipo. Se notó su aplomo en los minutos finales.

Saltó para ayudar a contener en el tramo final del choque, cuando Japón ya era un muro para la selección española.

Salió en el descanso junto a Doan para revolucionar al combinado nipón entrando por la izquierda. Dio la asistencia del segundo,  dos minutos después del 1-1. 

Lo suyo fue llegar y besar el santo en forma de gol. Llevaba tres minutos en el campo cuando aprovechó un robo de su selección para soltar un zurdazo ante el que pudo hacer más Unai Simón. Inició la jugada del 1-2.

Entró a la hora de juego en lugar de Maeda para hacer su misma función. No tuvo oportunidades y le tocó trabajar mucho en defensa.