El Banco de Inglaterra acude al rescate de los clubes más ricos de la Premier


El Arsenal recibió 120 millones de libras esterlinas, unos 135 millones de euros, directamente del Banco de Inglaterra la semana pasada. El préstamo resulta de la inscripción del club de Londres en el programa del Gobierno Británico de Ayudas a la Financiación Empresarial para combatir la crisis económica derivada de la covid-19 (CCFF por sus siglas en inglés) y no es el primer caso de un club de la Premier que se acoge a esta forma de rescate en un escenario de endeudamiento público sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial. El Tottenham recibió 197 millones de euros de los contribuyentes británicos el pasado junio y no paran de surgir voces de protesta, tanto fuera como dentro de la industria del fútbol. Los clubes más modestos dicen sentirse discriminados por unas facilidades crediticias que no todos pueden reclamar.

“Estas ayudas del Gobierno adulteran la competición”, se quejó el presidente de un club de la Premier al Financial Times, pidiendo, al igual que otros colegas indignados, que no lo identificaran. “O todos accedemos al CCFF o no debe permitirse para nadie”.

El Ministerio de Economía británico introdujo el CCFF en marzo de 2020. Se trata de un plan diseñado para grandes compañías que, según la versión oficial, “hacen una contribución material a la actividad económica en el Reino Unido”. Este criterio se mide por cifras como el número de empleados nacionales, la magnitud de sus ingresos en el país, el tamaño de clientela británica y el número de locales operativos.

El Arsenal es propiedad de Kroenke Sports, la multinacional del milmillonario estadounidense Stan Kroenke, vinculado a la cadena de supermercados Walmart, dueño de los Saint Louis Rams de la NFL y los Denver Nuggets de la NBA. La Asociación de Seguidores del Arsenal sostiene que el objetivo del crédito es asegurar el flujo de caja del club en caso de que el estadio de Emirates permanezca cerrado hasta el final de esta temporada, circunstancia que implicaría unas pérdidas de 178 millones de euros.

Interés al 0,5%

Las empresas que reciben préstamos a través del CCFF apenas paga intereses. El Tottenham informó de que su crédito vence en mayo, y su pago se puede prorrogar un año más con unos intereses del 0,5%. Según el portal The Athletic, el Leicester, el West Ham, el Sheffield, el Burnley y el Southampton, cinco clubes de la Premier sin las dimensiones operativas que requiere el CCFF, se han endeudado a través de la banca privada a intereses mucho mayores. El Southampton recibió un préstamo de 80 millones de libras de la compañía de inversiones MSD a un interés del 9,14%.

Frente a las críticas de los directivos de los equipos medianos y pequeños, el Gobierno insiste en que todos los clubes profesionales son libres de acudir a programas de ayuda distintos del CCFF, tales como el programa de Préstamo por Interrupción de la Actividad de Grandes Empresas por Covid (CLBILS, por sus siglas en inglés). Pero los ejecutivos de la Premier indican que el programa CLBILS no es tan atractivo ya que los bancos privados que canalizan los créditos públicos no ofrecen tan buenas condiciones como el Banco de Inglaterra.

En teoría, el Gobierno británico impone a las compañías beneficiarias del crédito oficial unas restricciones en el gasto, especialmente rigurosas respecto al pago de primas a sus directivos. El Ministerio de Economía expone su desiderátum: “El propósito del CCFF es ayudar a las grandes empresas a mantener sus puestos de trabajo y sus proveedores. Esperamos que todos aquellos negocios que han recibido préstamos los utilicen de una forma coherente con ese objetivo”.

No se contempla un control específico de los fichajes. El Tottenham fue el tercer club de Europa que más futbolistas contrató en el verano pasado, por un total de 110 millones de euros; mientras que el Arsenal fichó por 82 millones. La última adquisición del Arsenal antes de Navidad fue Thomas Partey, por el que pagó 40 millones de euros al Atlético.

Las ayudas gubernativas al fútbol más rico del mundo se producen después de que la Premier registrara pérdidas en su última temporada sin pandemia. Según The Athletic, en el curso 2018-19 los clubes de la máxima categoría inglesa informaron de pérdidas de 670 millones de euros, cantidad que alimenta una deuda bruta de unos 6.000 millones de euros. Las condiciones se han deteriorado aun más con la pandemia. También para el Banco de Inglaterra. La deuda pública británica superó en 2020 los dos billones de euros, cifra que no se alcanzaba desde la posguerra.


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