El día en que Illunbe enloqueció


Hubo una época en la que Illunbe ardía. Cada dos semanas, el mejor baloncesto de la ACB brillaba sobre su parqué. Un ritual mágico protagonizado por el Gipuzkoa Basket y miles de espectadores enamorados. Era la carrera de un equipo que desafiaba a su propia historia.



Primera Copa, primer playoff, récord de victorias, un MVP… Todo parecía al alcance de un grupo que, guiado por Sito
Alonso, dejó tardes de gloria y recuerdos imborrables. Una huella de orgullo que permanecerá para siempre.

En la jornada 26 de aquella temporada, el GBC recibió al Real Madrid de Pablo
Laso, que acaba de ganar la Copa y encandilaba con un juego rápido, espectacular y efectivo. Fue un 25 de marzo de 2012. Hoy se cumplen ocho años.

“Fue espectacular”, recuerda David
Doblas. En la grada, 8.890 aficionados. En la pista, un equipo que no sólo tuteó al Real Madrid, sino que se atrevió a retarlo a un partido a más de 90 puntos.

“Salió todo a pedir de boca”, recuerda el pívot de Pedreña, que firmó 13 puntos. “Sito
Alonso nos había dicho: “Para ganar el Madrid no debemos cabrearlos antes de tiempo. Que estén tranquilos, cinco puntitos arriba, no pasa nada. Pero en el último cuarto, ahí, les tenemos que dar el susto”. Así lo decía y así fue. Nos pusimos cinco o seis arriba y ya no pudieron reaccionar”.

Con Vidal, Panko, Baron y Salgado inspirados en un lado y Sergio
Rodríguez y Llull devolviendo los golpes en el otro, el partido se convirtió en un derroche de electricidad, canastas, triples, mates, defensas. Un partidazo con todas las letras que a falta de 5 minutos vivió su momento clave. Con empate a 79 en el marcador, Andy
Panko
fue expulsado por su segunda antideportiva.

“La gente se volvió loca”, explica el ‘13’ del GBC. “Sacaron los pañuelos, o no sé si eran los folletos del partido. Ese momento fue decisivo. Nos vinimos arriba. Recuerdo sentir esa sensación de que el público estaba ganando el partido. Fue increíble”.

Con Salgado y Vidal como ejecutores, el GBC e Illunbe se llevaron el triunfo por 98-90 en, seguramente, una de las tardes más especiales vividas en el coso. “Es que ese equipo…”, resopla Doblas. “Nos salía todo. Íbamos a una, en cada ataque y en todas las defensas, éramos una máquina perfectamente engrasada. Son grandes recuerdos, seguro que todo el que pudo vivirlo guarda un recuerdo precioso de aquel partido y de aquella temporada”.

El de Pedreña mantiene el contacto con algunos de sus compañeros. “El otro día estuvimos echando un ‘Fortnite’ Mikel
Motos, Julen
Olaizola, Raulzinho
Neto y yo. También estuvo Xabi
Oroz. Son amigos. Luego también me escribo de vez en cuando con Betts por Facebook, con Sergi
Vidal también suelo hablar… ¿Panko sigue por Donosti?”, se interesa. ”Ya vi su plan de ejercicios en Twitter, ‘Panko Perfromance En Casa’. Es que es un personaje, ¿verdad?”.

“Parte de mí está en el GBC”

Desde Fukuoka, a más de 10.000 kilómetros de Donostia, Doblas sigue con atención la actualidad del GBC. “Más allá de las cosas que pasaron en su momento es mi equipo, una parte de mí está ahí. Estaba muy ilusionado con la temporada. Al principio tenía alguna duda de cómo iban a acoplar a toda esa gente nueva, quién iba a ser el líder, todo eso, pero han demostrado que se han conjuntado bien. Son un equipo muy sólido y tenía muy buena pinta. Es una pena que se haya parado porque les veía muchas papeletas para ascender”. Sería el primer paso para volver a vivir tardes como las de hace ocho años.

David
Doblas vive la crisis del coronavirus desde Japón. “La situación aquí está aparentemente más controlada. Los colegios o centros públicos están cerrados, pero se puede salir de casa o ir a un restaurante. Hace cuatro semanas sí que hubo más nervios, ahora hay una tensa calma pero se puede hacer vida normal”.

La competición, eso sí, está en suspenso. “La pararon hace como cinco semanas. Al principio nos sorprendió, pero viendo lo visto fue una decisión correcta. Este fin de semana jugamos a puerta cerrada pero la han vuelta a suspender. Todo el mundo cree que se va a cancelar”.



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