El precario equilibrio sobre el que se asienta la situación en el norte del territorio ocupado de Cisjordania ha sufrido este miércoles un nuevo golpe, con la muerte de cuatro palestinos en una redada del ejército israelí en la ciudad de Yenín, epicentro de la tensión en los últimos meses. Otros 44 palestinos han resultado heridos en los enfrentamientos originados por la incursión de fuerzas de la policía de fronteras y del ejército israelíes (parte de ellas de incógnito) por la mañana con la intención de arrestar a “dos sospechosos involucrados en varios ataques con disparos recientes”, han indicado las fuerzas armadas israelíes en un comunicado.
Las Brigadas de Mártires de Al Aqsa y la Yihad Islámica han señalado que los muertos pertenecían a sus organizaciones. El Ministerio de Sanidad palestino los ha identificado como Ahmad Alawneh, de 26 años; Mohammad al Wanneh, de 30; Mohammad Abu Naasah; y Abed Hazem, de 27. Este último era el hermano de Raad Hazem, quien el pasado abril mató a tres israelíes al disparar viandantes en Tel Aviv antes de darse a la fuga. Nueve horas más tarde, fue abatido en la cercana Yaffa. A principios de mes, el ejército israelí demolió su casa en Yenín, como suele hacer a modo de represalia a los familiares de los atacantes.
El ejército israelí ha difundido un vídeo en el que se ve a un palestino con un arma automática resguardado de los disparos tras un muro. Cuando se dispone a abrir fuego, recibe un disparo en la cabeza, aparentemente de un tirador de élite israelí, que suelen apostarse en edificios altos durante las redadas.
Otros dos murieron en la vivienda en la que fueron rodeados por los militares. Los dos palestinos abrieron fuego y detonaron un explosivo contra las tropas que venían a arrestarlos, ha señalado el ejército un su comunicado. El primer ministro israelí, Yair Lapid, ha alabado la operación ―en la que ningún soldado ha resultado herido― y la ha definido como “precisa al máximo nivel”.
Es la redada israelí más letal en Cisjordania en lo que va de un año en el que ya ha muerto en ese territorio casi un centenar de palestinos, el mayor número desde 2014. En los últimos meses, las incursiones militares en Cisjordania son casi diarias, generalmente de noche. Israel penetra para efectuar arrestos, ya que considera que las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina han perdido el control sobre las milicias armadas en la zona. Además, está en estado de alerta por la concatenación de festividades judías, que comenzaron el domingo con el año nuevo, Rosh Hashaná, en el que se cerró el acceso desde la franja de Gaza.
En Ramala, casi todas las tiendas han echado la persiana a partir del mediodía. Las autoridades han declarado un día de luto y una huelga general, que incluye el cierre de los comercios, en la mayoría de ciudades de Cisjordania.
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