El elegido

Anusame Fati es un elegido y lo volvió a demostrar con la Roja, equipo en el que ha entrado bendecido por Luis Enrique y del que no saldrá hasta dentro de muchos años. El jugador del Barcelona sigue confirmando día a día que es un futbolista tocado por una varita mágica y que está llamado a marcar una época en su club y en su selección. Ante Ucrania, el joven extremo rompió otro récord de precocidad al convertirse con 17 años y 311 once días en el goleador más joven en los 100 años de historia de la Selección. Este nuevo registro se añade a la lista de proezas del chaval: goleador más joven en Liga con el Barça, goleador más joven de la historia de la Champions

Luis Enrique, que como futbolista y entrenador siempre ha destacado por su valentía, ha decidido apostar firmemente por él y nada hace pensar por el momento que Ansu no vaya a ser uno de los puntales de la Roja en la próxima Eurocopa. Si ante Alemania dejó retazos de su abrumador talento, contra Ucrania reafirmó que a su potencial no se le adivina techo.

En el primer balón que tocó, pegado a la banda, Ansu le sacó la cadena a su marcador con un caño sutil y con el panorama aclarado, le hizo el lío a Krivtsov con un par de amagues y el central cayó en la trampa haciéndole la zancadilla. El extremo del Barcelona entró al partido a lo grande y siguió creciendo con el paso de los minutos merced a su inteligencia para interpretar en todo momento qué era lo que demandaba cada jugada. Lo hizo, además, en el estadio Alfredo Di Stéfano de Valdebebas, símbolo de la cantera de un Madrid que anhela encontrar por fin una joya como él.

Aunque parta desde la banda, su rol no se limita al de un extremo puro sino que su fútbol expansivo le permite influir en muchas zonas del campo. Hace ancho el campo, amenaza al espacio o se acerca a los centrocampistas para templar el juego. A partir de su sociedad con Reguilón, debutante ante Ucrania, España empezó a dominar a su antojo el partido hasta convertirlo en un monólogo escrito a cuatro manos por Ansu y Thiago.

“Los debutantes no son promesas, son realidades”, anunció Sergio Ramos tras el partido contra Alemania. Luis Enrique es plenamente consciente del diamante en bruto que tiene entre manos mientras Koeman, desde Barcelona, ya vislumbra un nuevo futuro con Fati en el Camp Nou.


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