El eterno Alejandro Valverde se pone ya fecha de caducidad


Desde el Cabo de Gata, por videoconferencia, Alejandro Valverde afirma que este año, 2021, será el último suyo como ciclista profesional, el año 20 de una carrera iniciada casi con el comienzo del siglo. “Intentaré estar en los Juegos de Tokio y después en la Vuelta”, dice el murciano, que el 25 de abril cumplirá 41 años. “Y el resto del año lo daré todo por el equipo y si me llega algún triunfo, pues mejor”.

Darlo todo por el equipo es, en palabras de Eusebio Unzue, el director, más eterno aún que Valverde, consiste en seguir arropando un año más a los chavales, que ya no son tan chavales, y ya tienen que ser líderes. Es Marc Soler, de 27 años ya, que debutará como jefe único en el Giro, y es Enric Mas, de 26, quien tras sus quintos puestos en el Tour y en la Vuelta de 2020 ha marcado como objetivo subir al cajón del Tour, al menos en 2021.

En ambas carreras compartirá responsabilidades con el gran fichaje del año, el colombiano Miguel Ángel Superman López, de 27 años, quien intervino desde Madrid, donde, positivo por covid, pasa la cuarentena. Son ciclistas antiguos para lo que se lleva ahora, corredores no específicamente escaladores pero que suben bien, con potencia, vatios totales, con buena musculatura y peso, y contrarrelojean mejor, los modelos Roglic, Pogacar, Hirschi o Van Aert. “Tengo que mejorar mucho en la contrarreloj”, reconoce Superman, boyacense con una magnífica relación peso potencia gracias a su delgadez. “Tendré que trabajar mucho con Patxi Vila, el responsable de rendimiento, y subirme mucho a la cabra”.

Si no tiene tanto nombre como Superman, el fichaje de Iván García Cortina, un asturiano de 25 años, grandote y muy fuerte, que sueña desde pequeño con las piedras de la París-Roubaix, sí que supone un cambio cultural importante en la historia del equipo de Unzue, que desde sus tiempos de Reynolds fiaba todos sus objetivos a las pruebas por etapas, aunque fenómenos como Valverde, que ganaban en todas partes, le permitieron ampliar su abanico. Los clasicómanos puros no fueron, sin embargo, nunca de agrado. Por eso nunca ficharon a Óscar Freire y a su fiel Pedro Horrillo; por eso Juan Antonio Flecha debió emigrar. Pero llega 2021 y Unzue avisa que está deseando llenar el vacío del equipo en las clásicas de pavés, en los monumentos Roubaix y Flandes, y que por eso ha fichado al talentoso y muy rápido, casi sprinter, García Cortina, para liderar una sección dedicada 100 por cien al marzo-abril flamenco. “La cita que no me quiero perder es París-Roubaix”, promete el corredor gijonés, formado en la cantera del Deceuninck y que vuelve a España tras tres años en el Bahrein. “Me la perdí el año pasado porque se suspendió por la pandemia, así que espero que este año sí se haga”.


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