Si en una temporada normal ya resulta de difícil pronóstico el acceso de jóvenes jugadores a la NBA, en medio de un parón obligado por la pandemia del coronavirus y con incertidumbre sobre la reanudación de la liga las cosas se complican hasta el extremo. Pese a ello, las franquicias ya trabajan con hipótesis de futuro y se han fijado en una prometedora lista de talentos que llevan un tiempo llamando a las puertas de la NBA.
Sin competiciones en liza para mostrar sus progresos, el panorama de los ‘Mock Draft’ actuales podría parecer bastante cercano a la fotografía final y en él se dibujan algunos perfiles muy interesantes, entre los que se encuentran varios jugadores que proceden del basket europeo.
El más destacado de todos es el israelí Deni
Avdija, un polivalente jugador de 2,05 y 19 años que promedia 4 puntos y 2,6 rebotes este año en la Euroliga con el Maccabi. Las últimas proyecciones coinciden en situarle entre el puesto número 3 y el 4 sin descartar mejora en función de las necesidades del equipo que elija. La principal duda que genera es su capacidad para ser consistente en el tiro con distinto rango.
El otro joven europeo con posibilidades de aparecer en los primeros puestos es el base francés Killian
Hayes, de 18 años, nacido en Florida e hijo de un jugador americano que jugó en el Cholet. Allí se formó inicialmente aunque actualmente milita en el Ratiopharm
Ulm alemán, con el que se ha consolidado como segundo mejor pasador de la Eurocup con 6,5 asistencias, además de aportar 12,8 puntos de media.
Menos destacado pero también con opciones está el base del Asvel
Theo
Maledon, otro prodigio de 18 años, que ha promediado 7,4 puntos este año en Euroliga.
También de base, aunque no ha sido su posición natural, puede jugar el argentino del Barça
Leandro
Bolmaro que se ha inscrito nuevamente al Draft para apurar sus opciones de ser elegido. Promedió 14,9 puntos en el Barça B de LEB Plata y 4,4 en sus apariciones en Liga Endesa, figurando en muchas proyecciones en segunda ronda.
Más lejos en las previsiones está el italiano Nicco
Mannion, nacido en Siena pero que ha jugado este año en la universidad de Arizona con 14 puntos y 5,3 asistencias de media.
A nivel general, esta temporada no hay una figura descollante llamada a marcar una época como pudo pensarse el pasado año con Zion Williamson pero un par de jugadores destacados pueden tener un recorrido de estrellas en la NBA. Los principales candidatos a lograrlo son Lamelo
Ball, Anthony
Edwards y James
Wiseman.
Lamelo, hermano del base de los Pelicans Lonzo, viene de jugar y brillar en los Illawarra Hawks de la liga australiana, bajo la dirección de su padre LaVar, tan polémico como soberbio en sus declaraciones sobre el futuro de sus hijos. Lamelo, de 18 años y 2,01, juega de base pero es fundamentalmente un anotador dicen con cierta fama de egoísta que ha acabado con medias de 17 puntos esta campaña.
Edwards es un escolta explosivo y anotador que ha brillado en la universidad de Georgia este año con 19,1 puntos por partido siendo también firme candidato al número uno.
Finalmente, Wiseman pasa por ser el mejor jugador interior que puede ofrecer esta cosecha: un pívot de 18 años y 2,16 que destacó en la universidad de Memphis antes de abandonarla tras serle impuesta una sanción por irregularidades en su reclutamiento.
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