Galis conquista el Olimpo

El segundo capítulo de esta serie histórica de partidos memorables es también el de una cenicienta pero en este caso europea. Se trata del triunfo de Grecia en el Eurobasket de 1987, el primer gran éxito deportivo del país heleno, que llegó contra pronóstico y envuelto en una aura épica.

Grecia, con un equipo limitado en altura y profundidad, no contaba en los pronósticos para el podio. Muy dependientes de su gran estrella, el escolta Nikos Galis, y de su escudero en la dirección Panagiotis Yannakis, su objetivo más ambicioso era superar el cruce de cuartos ya que ante rivales de gran talento y poder físico como la URSS, Yugoslavia, España o Italia resultaba muy difícil soñar con cotas más altas. Tenía, sin embargo, la gran ventaja de jugar en casa y eso tratándose de ese país es una gran ventaja.

El pabellón de La Paz y la Amistad de El Pireo, abarrotado en los partidos del anfitrión con humo, bengalas y alegría de unos seguidores incansables, jugó un papel determinante.

Grecia sufrió para alcanzar los cuartos pero una vez en ellos superó a Italia (90-78) y en semifinales a Yugoslavia (81-77) en el que suponía el segundo triunfo sobre los balcánicos en el torneo. El rival de los hombres de Kostas Politis en la final sería la URSS, que venía de lograr la plata en el Mundobasket de España del año anterior y partía como gran favorita a pesar de las notables ausencias de Sabonis, Kurtinaitis y Belosteny. Dirigidos por Aleksander Gomelski, el conjunto soviético se hallaba en una era de auténtico esplendor como se confirmaría al año siguiente al conquistar el oro en los Juegos de Seúl.

La final del Eurobasket resultó igualadísima con alternativas y mínimas ventajas para unos y otros Se llegó con 42-41 al descanso, 89-89 al final del tiempo reglamentario y triunfo final por 103-101 para los anfitriones.

La exhibición ofensiva de Galis fue de las que quedan grabadas para la historia, con un montón de tiros imposibles entraron en la canasta para una estadística final espectacular: 40 puntos (15/23 de 2, 1/4 en triples, 7/11 en tiros libres). Galis jugó todos los minutos pero seguramente sólo con su talento no hubiera sido posible el triunfo. Fassoulas realizó un partido espectacular ante el gigante Tkachenko y tanto Yannakis como Kambouris aparecieron en momentos importantes para dar impulso a los suyos.

Fassoulas batallando con Tkachenko en la final.
Fassoulas batallando con Tkachenko en la final.

La curiosa prima para los campeones y Politis, el técnico, fue una licencia de taxi para la ciudad de Atenas y la admiración de un país volcado y admirado del poder de sus nuevos dioses del Olimpo deportivo.

La ficha técnica final del partido
La ficha técnica final del partido

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