El malísimo trago del Girona en la Copa

El malísimo trago del Girona en la Copa

Que muchos prefieran centrarse solo en Liga no tapa el desastre del Girona en la Copa del Rey. Un equipo de Segunda Federación les mandó de vuelta a casa merecidamente antes de lo que los rojiblancos esperaban.

Míchel no se cansó de repetirlo en las ruedas de prensa que incumbían al torneo. “Quiero hacer historia con el Girona en esta competición y eso significa llegar a semifinales”, añadió el técnico. Y había más. “Es una competición que me gusta mucho y nos va a ir bien para repartir minutos. Debemos darlo todo porque esta Copa no permite fallos y no queremos sustos”, advertía. La teoría estaba muy clara. La práctica…

El cuadro catalán ya sabía lo que era estar contra las cuerdas el torneo. El Quintanar del Rey de Tercera Federación estuvo a nada de llevarse la eliminatoria. Pese a ello, sucedió lo que parecía estar obligado a pasar y todo acabó quedando en una anécdota.

El Girona puso a un lado de la balanza la calidad, la intención de juego y la determinación que en momentos puntuales podía salir de sus botas, pero nada más. Sin embargo, al otro lado, los que actuaban como locales pusieron la entrega, los duelos, el ritmo y las ganas de competir. Parece fácil acertar el lado hacia el que acabaría inclinándose todo.

En medio de todo este mejunje de factores se coló el estado del campo. Las lluvias torrenciales dejaron el terreno de juego absolutamente impracticable, pero no solo para los que venían de fuera, sino también para los que defendían su pueblo. Ahí fue donde pecó el cuadro gerundense. Se olvidó, valga la redundancia, de bajar al barro y ponerse a jugar al fútbol tosco y embarrado que pedían las circunstancias.

Míchel no dio crédito. “El equipo ha pensado que el partido era un partido más de preparación. Esto es otra cosa, es un partido de competición. Las excusas son para los mediocres y han sido muy superiores a nosotros”, apuntó contundente.

De todo se aprende y ahora el equipo deberá emprender unos días de reflexión para analizar el porqué del desastre. Será fundamental rehacerse ante el Rayo en el último partido del año para no alargar el tropiezo.




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