El precio de la gasolina en España bate su récord histórico por sexta semana consecutiva


El precio de los carburantes en España no da tregua, en plena escalada del crudo y los refinados en los mercados internacionales como consecuencia de la Guerra de Ucrania. Esta semana, la gasolina de 95 octanos alcanza ya en los surtidores españoles un precio medio, con impuestos incluidos, de 1,680 euros por litro. Y el gasóleo se le acerca, marcando un importe medio de 1,581 euros por litro, según los datos del último Boletín Petrolero de la Unión Europea, publicado este jueves. En ambos casos se trata del precio más elevado desde que hay registros, lo que equivale a decir que es el más caro de la historia, puesto que el boletín sigue el mercado español desde el año 2005. Así, la gasolina encadena seis semanas consecutivas batiendo el anterior máximo histórico, que databa de septiembre de 2012, y el gasóleo ha hecho lo mismo en las cuatro últimas semanas.

Tanto gasolina como gasóleo se han encarecido sin pausa desde la semana del pasado 20 de diciembre. En esos dos meses y medio, la gasolina ha subido un 13,8% y el gasóleo, un 17,6%. En los últimos siete días, también los vehículos diésel han visto subir más el precio de su carburante que los de gasolina: el crecimiento semanal de los primeros ha sido del 5,6% y el de los segundos, un 4,4%. ¿Cómo se traduce esto a un vehículo con un depósito medio, de 55 litros? Ahora mismo, llenar ese depósito de gasolina costaría más de 92 euros, lo que supone casi 4 euros más que hace una semana y 11 euros más que el 20 de diciembre. Para un coche diésel, el repostaje saldría ahora mismo por casi 87 euros, 4,6 euros más de desembolso que la semana pasada y 13 euros más caro que justo antes de Navidad.

Pero si la actual carestía destaca por la rapidez con la que han crecido los importes, no menos llamativa es la comparación con un año atrás. La gasolina es un 29,9% más cara que en la misma semana de 2021, lo que se traduce en pagar 21,2 euros más por llenar el depósito. En el caso del gasóleo, el precio ha subido un 34,8% en el último año, que en dinero significa pagar 22,4 euros más por repostar 55 litros.

Pero no toda esa subida se debe a las tensiones bélicas en el este de Europa. En realidad, los precios de los carburantes comenzaron a tensarse mucho antes porque, conforme la pandemia de coronavirus evolucionaba y la reactivación económica fue tomando cuerpo, la demanda creció muy rápido. Sin embargo, los países productores de petróleo no reaccionaron para adaptar en la misma proporción la oferta. Y sobre esa coyuntura han incidido en las últimas semanas el conflicto bélico y las sanciones económicas occidentales a Rusia, tercer productor mundial de crudo.

Esas medidas, no obstante, también golpean a las economías europeas por el lado de la carestía del gas natural o el petróleo. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) calcula que los precios actuales de combutible con respecto al año pasado, sobre la base de que un vehículo ruedase 20.000 kilómetros en un año, implican un sobrecoste de 650 euros. Pero no solo afecta a los conductores. “Igual que ocurre con la factura eléctrica y del gas, la subida de los carburantes ya está afectando a los precios de otros bienes y servicios”, avisa la OCU.

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Además de a los particulares, el encarecimiento golpea especialmente a algunas actividades, como la industria, la pesca o los transportes. Unas de las últimas organizaciones profesionales en solicitar al Gobierno “medidas extraordinarias y urgentes para una situación nunca vivida hasta la fecha” ha sido el Comité Nacional del Transporte por Carrera (CNTC), que agrupa a las principales patronales del transporte de mercancías, taxi y transporte colectivo de viajeros. En un comunicado difundido en la tarde del miércoles, CNTC pidió una reunión “urgente” con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “ante el grave e incontrolado incremento de los precios de los combustibles”. El comunicado no precisa las “soluciones efectivas a la crisis provocada por la volatilidad” de precios. Otras agrupaciones empresariales, como la de pymes propietarias de gasolineras (CEEES), han reclamado al Ejecutivo, por ejemplo, una rebaja del IVA del 21% actual al 10% para la gasolina y el gasóleo.


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