Barça-Atlético de Madrid. Última jornada de Liga. El femenino buscaba el récord de lograr la liga perfecta: 90 puntos de 90 posibles. 30 partidos, 30 victorias. Un hito. El Barça ganaba por 2-0, las colchoneras jugaban con 10 y Alexia falló un penalti que pudo ser el tercero. Con este panorama y los deberes hechos, en el segundo tiempo las jugadoras de Giráldez bajaron el pistón. A una semana de la final de la Champions hacían bien de arriesgar menos. Era comprensible, pero en el fútbol de élite no hay tregua. Las atléticas debían puntuar ante el Barça para clasificarse para la siguiente Champions. Metieron el primero y, en el minuto 91, ocurrió la jugada de la Liga. La rojiblanca Ajibade, aprovechando que Mapi y Paredes no tuvieron su día, se iba sola a fusilar a Sandra Paños. Aitana Bonmatí, la mejor del encuentro, la que sí estaba en todas partes, llegó para zancadillear por detrás a la colchonera fuera del área. La roja directa era de libro. Pero libró al Barça de un gol cantado o de un penalti seguro. Hizo lo mejor que podía hacer. El chut de falta del Atlético se fue lejos de la portería.
Con su acción, Aitana salvó la Liga perfecta del Barça (30 de 30 victorias), mantuvo el hito de partidos contados por victorias desde la inauguración del Estadio Johan Cruyff (la friolera de 52 de 52) y honró la deportividad del Barça, que no se dejó empatar por el Atlético para que el Madrid quedase fuera de la Champions. Si el Real se clasificó para la Champions fue, sólo, gracias al regalo de un escandaloso penalti.