El cubo de basura es uno de los principales causantes del mal olor no solo en la cocina, sino en toda la casa. Por mucho que lo limpiemos, el cubo en el que ponemos las bolsas de desechos conserva ese olor tan desagradable que no es nada fácil de eliminar. Por suerte, existe un truco tan sencillo como efectivo para acabar con los malos olores del cubo de basura de una vez por todas.
¿Cómo acabar con los malos olores del cubo de basura?
El bicarbonato de sodio es uno de los productos más utilizados en la limpieza del hogar, y también lo podemos usar para esto. Simplemente tenemos que espolvorear un par de cucharadas de bicarbonato de sodio en el fondo del cubo para que absorba la humedad y los malos olores. Además, una o dos veces al mes podemos limpiar el cubo con una mezcla de bicarbonato de sodio y agua. Lo mejor es utilizar un cepillo de diente antiguo para llegar a todos los rincones.
Este es el mejor truco que existe, pero también hay otros que nos pueden resultar de gran ayuda para olvidarnos del mal olor que desprende el cubo de basura, sobre todo en verano. El vinagre es otro de los productos más empleados en la limpieza del hogar por sus propiedades desinfectantes. Mezclado con agua sirve para desinfectar el cubo y que quede como nuevo.
Si tenemos un gato como mascota, también podemos utilizar la arena para ponerla en el fondo del cubo de basura y así evitar que coja humedad y malos olores. Eso sí, tenemos que preocuparnos de cambiar la arena cada cuatro o cinco días o cuando esté muy húmeda. De lo contrario, no servirá de nada.
El aceite esencial de árbol de té es un gran antibacteriano natural, así que se convierte en uno de nuestros mejore aliados para que el cubo de basura no huela mal. A diario, debemos rociar el cubo con una mezcla de una taza de agua y 15 gotas de aceite esencial de árbol de té antes de colocar la bolsa. Una solución casera muy útil para evitar la aparición de plagas como consecuencia de la suciedad.
Y, por último, podemos utilizar cítricos como remedio natural evitar malos olores en casa. Lo único que tenemos que hacer es exprimir el zumo de un limón o una naranja y verterlo en el fondo de cubo. Dejamos que se seque y colocamos la bolsa.
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