El Valencia recibe este martes al Lille, colista del Grupo H de la Champions, obligado a ganar por varias razones, la fundamental es que con sólo cuatro puntos en su casillero necesita sumar otros tres para afrontar con un mínimo colchón el tramo final de esta liguilla en la que recibirá al Chelsea y visitará al Ajax, los dos colíderes con seis puntos cada uno.
Las cuentas teóricas señalan que ninguno de ellos fallará en el choque que deben disputar en las próximas dos jornadas ante el equipo francés, el rival más débil del grupo, y más si sale virtualmente eliminado de Mestalla. Así que las proyecciones los sitúan con un mínimo de nueve puntos y el Valencia no se puede quedar atrás.
Además, tras el triste empate que protagonizó la semana pasada en Lille, donde ganaba sin merecerlo hasta que Ikoné empató en el descuento, todo lo que no sea sumar un triunfo se considerará un paso atrás de un equipo que ha perdido buena parte de su crédito desde la destitución de Marcelino. Y más ante un rival que aún no ha logrado ganar de visitante esta campaña, ni en la Champions ni en la Ligue 1, en la que perdió por 2-1 en el campo del Marsella este fin de semana. Pero para el Lille es su última oportunidad y eso lo cambia todo porque podrá arriesgar mucho más de lo que lo ha hecho hasta ahora.
Con la afición valencianista de uñas contra los rectores y la propiedad del club, Mestalla vive en un permanente aviso de riesgo de incendio y cualquier tropiezo puede provocar la chispa que lo inicie.
Otro de los motivos para ganar es encontrar cierta continuidad en los resultados que permita asentarse y crecer al equipo de Albert Celades, que llega de haber sacado un triunfo en el campo del Espanyol tras una buena segunda parte y gracias a un cabezazo de Maxi Gómez.
Para este choque, el técnico mantendrá las bajas de Piccini, Coquelin Carlos Soler, Guedes y Sobrino. Además, tampoco estará Diakhaby por sanción. En cambio se estrena Mangala, inédito esta campaña, y vuelve Gameiro.
De todas las bajas, la más complicada de cubrir es la de Coquelin por el buen momento que atravesaba pero también por el mal momento de su compatriota Kondogbia, que sigue perdido. Tampoco hay más alternativa aparentemente ahí así que Celades se tendrá que agarrar a su mejoría para tratar de encontrar la mejor versión de su equipo.
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