El edificio de la Embajada estadounidense en Kiev, el pasado sábado.

Estados Unidos cierra la Embajada en Kiev y la traslada a Lviv, lejos de la frontera ucrania con Rusia

El edificio de la Embajada estadounidense en Kiev, el pasado sábado.
El edificio de la Embajada estadounidense en Kiev, el pasado sábado.VALENTYN OGIRENKO (REUTERS)

Tiempo de mudanza entre las advertencias de un ataque inminente de Rusia sobre Ucrania. Estados Unidos, que ya comenzó la semana pasada a evacuar a su personal no esencial, cierra la embajada en Kiev y ha iniciado el traslado de lo que queda de su legación diplomática a Lviv, ciudad en el extremo occidental del país, casi 550 kilómetros más al oeste de la frontera rusa, a una hora de Polonia. El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken ha emitido un comunicado, firmado por él mismo, en el que confirma lo ya anunciado.

“No tengo mayor prioridad que la seguridad y la protección de los estadounidenses en todo el mundo y eso incluye a nuestros colegas destinados en el extranjero”, afirma Blinken. “Mi equipo y yo revisamos constantemente la situación de seguridad para determinar cuándo la prudencia dicta un cambio de postura. Con eso en mente, estamos reubicando temporalmente las operaciones de nuestra Embajada en Ucrania de Kiev a Lviv debido a la dramática aceleración en la acumulación de fuerzas rusas. La Embajada seguirá comprometida con el Gobierno ucranio”. También, añade el secretario de Estado, continuarán los esfuerzos diplomáticos para evitar la confrontación militar, guiados por “el compromiso inquebrantable con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”.

Según The Wall Street Journal, el Departamento de Estado ha ordenado también la destrucción de equipo de comunicaciones e informático, así como el desmantelamiento de las líneas telefónicas. Esas acciones convierten en inservible en la práctica la sede diplomática de Kiev. Los materiales confidenciales que allí se custodiaban llegaron a bordo de un avión este domingo al aeropuerto de Washington (Dulles), junto a 56 trabajadores de la misión diplomática, siempre según el diario neoyorquino. La reducida presencia consular en Lviv está destinada a atender emergencias de los ciudadanos estadounidenses. No tendrá capacidad para expedir pasaportes o visados.

Blinken ha aprovechado su mensaje para volver a “instar enfáticamente a cualquier ciudadano estadounidense en Ucrania a salir el país inmediatamente”. También, para facilitar una dirección de internet para la comunicar a las autoridades cualquier emergencia. “El camino de la diplomacia sigue abierto para Rusia, si decide tomarlo de buena fe”, afirma. “Esperamos devolver a nuestro personal a la Embajada tan pronto como las condiciones lo permitan”. La de Kiev era la tercera misión diplomática estadounidense más grande en suelo europeo, y contaba con 181 empleados del Departamento de Estado y de más de una docena de agencias, así como unos 560 trabajadores ucranios.

Los informes de los servicios de espionaje estadounidenses calculan que el presidente ruso, Vladímir Putin, ha concentrado más unos 130.000 soldados en tres puntos de su frontera con Ucrania. La semana pasada, también dio la orden de iniciar 10 días de ejercicios militares conjuntos con Bielorrusia, que linda por el sur con Ucrania. Estados Unidos viene avisando en los últimos días de la inminencia del inicio de una agresión militar. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha asegurado este lunes en Facebook que ha recibido el aviso de que el ataque puede producirse este miércoles, fechas que se viene barajando desde el fin de semana pasado. Zelenski no ha desvelado en su mensaje de dónde proviene esa información.

Moscú sigue negando esos planes. Putin y el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, han escenificado este lunes su disposición al diálogo, que, han dicho, “está lejos de agotarse”. Un asesor del Kremlin dijo el sábado pasado, tras la llamada mantenida entre Putin y el presidente estadounidense, Joe Biden, para tratar la crisis, que Washington y sus aliados están haciendo gala de “una histeria sin precedentes”. También aseguró que es “absurdo” el miedo a la invasión.

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