Estados Unidos deberá luchar contra su propia soberbia


“Tenemos el mejor equipo y el segundo mejor equipo de este Mundial”. Las palabras de Jill Ellis, seleccionadora de Estados Unidos, reflejan a la perfección el sentir del máximo favorito a alzarse el domingo con el título mundial. Las americanas disputarán su quinta final, habiendo ganado tres cetros mundiales, con un punto de soberbia que se les puede girar en contra. Es precisamente esa complacencia la que quiere hacer servir Holanda para intentar dar la sorpresa.

“Me encanta ser desvalorizada, es la mejor situación en la que podemos estar”, afirmaba la centrocampista Danielle van de Donk. “Ellas no se creen que seamos tan buenas, así que vamos a sorprenderlas. ¿Que nos subestiman? Sí, pero esto va a ser una gran ventaja para nosotras, vamos a demostrarles quiénes somos”.

Pleno de seis victorias

Sería un grave error para las vigentes campeonas menospreciar el talento de las actuales campeonas de Europa. Las de Sarina Wiegman han ganado sus seis partidos en este Mundial, anotando 11 goles y habiendo encajado sólo tres, y han logrado solventar sus bajas más sensibles, como la de Lieke Martens en las semifinales ante Suecia, con muy buenas alternativas.

“Somos campeonas de Europa, no una selección cualquiera. Estamos muy orgullosas del equipo y hemos llegado hasta aquí gracias a nuestro juego y al apoyo de todo un país”, añadía van de Donk.

Ciertamente, la ‘marea oranje’ ha sido una de las notas más destacadas de este Mundial, con cerca de 15.000 aficionados en cada partido. Las semifinales fueron vistas en TV por 5 millones espectadores, en un país de 17 millones de habitantes.

“Esperamos hacer algo grandioso este domingo”, señalaba por su parte la americana Carli Lloyd. “Tenemos mucha confianza. Aún no hemos jugado nuestro mejor fútbol y aún así hemos llegado a la final. Queremos hacer algo increíble para nuestra nación”, añadía. Estados Unidos busca mantener su hegemonía en un deporte de larga tradición, donde el ‘soccer’ femenino supera al masculino en títulos, repercusión e impacto en la sociedad.

Los aficionados americanos son los únicos que le han hecho sombra a la hinchada holandesa, con más de 156 mil localidades vendidas hasta ahora según los datos de la FIFA. El público americano, en un país donde el ‘soccer’ pertenece a la clase media y alta del país, se ha alojado en hoteles de lujo, han visitado los famosos ‘traboules’ de Lyon y han activado los ‘tours’ del vino de esta zona, permitiendo que Francia haga su particular ‘agosto’ con este Mundial.

El bagaje de Estados Unidos, el único equipo en la historia que ha disputado tres finales del Mundial, queda patente en una cifra demoledora: siete futbolistas de la actual selección jugarán su tercera final. Se trata de Alex Morgan, Megan Rapinoe, Tobin Heath, Becky Sauerbrunn, Ali Krieger, Carli Lloyd y Kelley O’Hara. Son las únicas en la historia en haberlo logrado, tanto en categoría femenina como masculina. Una nueva gesta que explica por qué Estados Unidos parte como clara favorita en este Mundial.


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