Fallece Mikel Azurmendi, una de las voces pioneras contra ETA

Mikel Azurmendi, a la derecha, junto a Aitor Aurrekoetxea, a la entrada del centro Koldo Mitxelena, en San Sebastián en  2019.
Mikel Azurmendi, a la derecha, junto a Aitor Aurrekoetxea, a la entrada del centro Koldo Mitxelena, en San Sebastián en 2019.JAVIER HERNÁNDEZ

Mikel Azurmendi, el antropólogo y escritor que se atrevió a decir Basta Ya a ETA, organización de la que había formado parte, ha fallecido a los 79 años en su casa de Igeldo, San Sebastián, después de una vida en la que soportó el exilio, las amenazas y hasta un atentado frustrado contra su vivienda, el 15 de agosto de 2000.

La muerte le llegó este viernes cuando se encontraba en la huerta de su caserío. Se empezó a sentir mal y poco después el corazón se le paró definitivamente. Los médicos no fueron capaces de reanimarle. Mikel Azurmendi tenía previsto someterse a una intervención para corregir una cardiopatía de la que ya estaba siendo tratado. Ha fallecido en compañía de su esposa, con la que contrajo matrimonio hace un año y medio aproximadamente.

“Mikel rechazó hace unos meses participar en un acto del Foro Gregorio Ordoñez”, recuerda su amiga Consuelo, hermana del concejal del PP asesinado por la banda: “No sabía cómo decirnos que no se sentía con fuerzas”, ha detallado este sábado a EL PAÍS la presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite). “Buen viaje, Mikel. Te queremos”, dejó escrito Ordóñez de madrugada en las redes sociales.

Mikel Azurmendi fue uno de los fundadores y el primer portavoz del Foro de Ermua, la plataforma con la que ETA se cebó al considerarla enemiga por cuestionar la lucha armada. Fue, además, uno de los fundadores de la plataforma ciudadana Basta Ya. El 11 de diciembre habría cumplido 80 años, “aunque no los aparentaba”, coinciden muchos de sus amigos.

Era licenciado en Filosofía por La Sorbona de París, donde fue profesor durante el franquismo. Después, a partir de 1988, ejerció de profesor y logró el doctorado por la Universidad del País Vasco (UPV). Pese a las presiones y al exilio (permaneció unos meses en Estados Unidos a partir de agosto de 2000), no abandonó la actividad literaria. En 1998 publicó La herida patriótica, ensayo en el que analizaba a los vascos “que se consideraban en guerra”, explicó él mismo entonces. Pero fueron muchas más las obras y colaboraciones en periódicos y revistas. Las brujas de Zugarramurdi, o el exitoso Vademécum del ciudadano: para andar por la nación como por casa, o En el Requeté de Olite. En 2001 publicó el polémico ensayo Estampas de El Ejido, un trabajo sobre la integración del inmigrante. Y en 2008 Tango de muerte, novela de ficción en la que intentó plasmar el dolor que producía ETA y la situación política en Euskadi.

Durante el año académico 2000-2001 fue visiting fellow en la Universidad de Cornell, en Nueva York, Premio Hellman/Hammet de Derechos Humanos en 2001, y Premio a la Convivencia 2001 por la Fundación Miguel Ángel Blanco. En noviembre de ese mismo año fue nombrado presidente del Foro para la Integración Social de los Inmigrantes, un órgano de consulta y asesoramiento del Gobierno para la integración social de los inmigrantes y refugiados.


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