Fernando Alonso: Tres opciones y una sola decisión

“En 2021 quiero correr en una máxima competición”. Así de claro lo dejaba Fernando Alonso hace tan solo unos días, reconociendo que quería tomarse un 2020 más tranquilo, para recargar pilas, en el que desde que a principios de año lograra su sueño de competir a un gran nivel en su primer Dakar, tan solo tiene ante sí el reto de ganar las
500 Millas de Indianápolis el próximo 23 de agosto
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Este año, después de dos cursos sin parar, con un 2018 en el que combinó su por ahora último curso de F1 con el Mundial de Resistencia (WEC), y un 2019 en el que se multiplicó para convertirse en campeón del mundo del WEC, ganar por segunda vez las 24 horas de Le Mans, lograr el triunfo en las 24 Horas de Daytona, llevarse una decepción en la Indy500 y prepararse sin descanso durante 7 duros meses para su hazaña del Dakar, debía tomar un respiro para coger de nuevo impulso y prepararse para “2, 3, o 4 años” en una competición anual al máximo nivel”. “Quizás en la F1, otra vez en el WEC o en la IndyCar”, apuntaba, y entre estas tres opciones estará una decisión que deberá anunciar en los próximos meses. De mientras, se centra en las 500 Millas, prioridad que lo seguirá siendo en los próximos años si no logra la ansiada ‘Triple Corona’ en agosto.

La F1: El ansiado retorno al ‘Gran Circo’

Sin duda, el mundo del motor espera con ansia que Fernando Alonso se decida por regresar a la F1. No obstante, de elegir esta opción, no podrá regresar con un coche que de inicio le permita luchar por podios y victorias e 2021, puesto que los tres equipos dominadores de la parrilla no tienen hueco para el ovetense. Tan solo Mercedes podría tener un espacio libre al lado de Hamilton, pero a no ser que el inglés decida colgar el casco, algo que no parece por la labor de hacer, en la firma de la estrella jamás van a optar por el asturiano para no enfurecer a su campeón inglés.

La opción más clara es Renault, con un volante libre para 2021, pero con un coche muy por debajo de las expectativas deportivas del español. Tan solo se entendería su regreso a la firma del rombo en 2021 si se lo tomara como una hazaña imposible más que sumar a la lista de las ya perseguidas por el asturiano en los últimos años, la de hacer de Renault de nuevo un coche campeón.

No obstante, la opción regresar a la F1 en 2021 con un monoplaza que le permita solo pelear por liderar la zona media no parece que sea la mejor para el español, impredecible en todas sus decisiones.

Alonso, con su Renault R26 de 2006
Alonso, con su Renault R26 de 2006

IndyCar: A la conquista de América con una hazaña enorme

Correr la IndyCar al completo sería uno de los retos más ambiciosos de Fernando Alonso. De nuevo, como hizo con el Mundial de Resistencia, las 500 Millas de Indianáolis, las 24 Horas de Daytona o el Dakar, debería afrontar una preparación enorme a tiempo récord.

Alonso ha pilotado un coche de la Indy500 en óvalo demostrando ser muy competitivo, pero un campeonato al completo sería un reto mayúsculo ya que debería aprenderse múltiples circuitos que los especialistas americanos ya conocen como la palma de su mano, acostumbrarse a los diferentes tipos de óvalo que hay y enfrentarse a pilotos muy expertos al volante de un coche que en circuito rutero cambia muchísimo.

Solo probó el monoplaza con los reglajes de trazado rutero en un test en 2018 en Alabama, quedando algo desencantado por la gran diferencia de prestaciones que había con un F1 puesto que se trata de un monoplaza con una tecnología muy inferior, con un paso por curva mucho más lento, un coche más pesado en el que el piloto realiza constantes correcciones para mantenerlo en pista.

Alonso, en las 500 Millas de Indianápolis de 2017
Alonso, en las 500 Millas de Indianápolis de 2017

Hace meses, dijo que no se planteaba la IndyCar a corto plazo por la dificultad de la hazaña, pero él mismo volvió a colocar dicha serie entre sus opciones a partir de 2021.

“Cuando paré en Fórmula 1 estaba pensando con qué continuar. O tras ser campeón del mundo de resistencia, y campeón del mundo de Fórmula 1. ¿Qué pasa si algún día soy campeón de la Indycar? No solo de las 500 millas de Indianápolis, sino del campeonato completo. Sería algo único. No sería el segundo hombre en la historia en conseguirlo, sino el único, y eso es muy atractivo”, expresó hace meses, aunque negando que esta fuera una opción que se planteara para su futuro más inmediato. “Pero no lo creo porque el compromiso para hacerlo es demasiado alto para esta fase de mi vida. Hace unos años, era una posibilidad, pero en estos momentos, hacer 16 o 17 carreras, conocer todos los circuitos, porque corren en Laguna Seca, Mid Ohio, Long Beach, son circuitos que los pilotos de allí conocen muy bien durante muchos años, y no lo sé. Requiere un nivel de preparación y compromiso que en este momento de mi vida no me hace muy feliz”, añadió por aquel entonces.

“La Indy 500 es ya un buen compromiso y una larga preparación, así que puedo imaginarme como sería para todo el campeonato. Dedicación completa. También se compite en 5 óvalos distintos a los que hay que tenerles mucho respeto. En Indy 500 ya hay alto riesgo porque las velocidades son muy altas, pero lo corres porque la recompensa es muy alta. Los otros óvalos son una preocupación para mí”, finalizó.

No obstante, las cosas han cambiado desde que pronunciara dichas palabras. ¿Habrá cambiado de opinión el asturiano? ¿Tenía algo que ver en dicha opinión que se planteara un retorno a la F1 en 2021 con unas nuevas reglas que finalmente se aplazaron a 2022? El aplazamiento de la normativa de F1 podría ser la explicación de que IndyCar vuelva a estar entre las posibilidades de Alonso para el próximo año, puesto que el asturiano podría no querer volver a competir en una F1 que en 2021 seguirá siendo desigual. Precisamente, hace días remarcaba las grandes diferencias que hay entre la F1 actual y la IndyCar.

“En la IndyCar solo hay dos motores, son muy parejos y hace que la categoría sea muy espectacular. El piloto puede aportar un extra ahí y puede apostar tanto en los reglajes del coche y en conducción pura un poco más. La categoría en la que menos influye el piloto es paradójicamente la categoría máxima del automovilismo como la F1. Dependes mucho del coche y tienes poca inventiva. Son dos categorías… quizás las mas opuestas, dos coches iguales y la otra, coches diferentes en los que el piloto solo acata ordenes, digamos”, comentó en lo que podría ser una pista de sus futuras intenciones.

Alonso, en las 500 Millas de Indianápolis de 2019
Alonso, en las 500 Millas de Indianápolis de 2019

Mundial de Resistencia: Motivado por la nueva era de los ‘Hypercars’

Fernando Alonso termina contrato con Toyota este verano, pero una de las grandes opciones que tiene encima de la mesa es la de continuar con la firma japonesa. Ello le permitiría tener de cara al futuro las puertas totalmente abiertas para volver al Dakar en unos años, cuando la igualdad entre los 4×4 y los buggies de sus competidores sea mayor y pueda optar al triunfo.

Y para el año que viene, le ofrecería la oportunidad de volver a un Mundial de Resistencia que iniciará su nueva era de los ‘Hypercars’. El asturiano ya ha reiterado que le gustaría probar estas nuevas máquinas y su regreso al WEC podría verse motivado por el buen futuro que se espera para este certamen a partir de 2022 debido a la equivalencia de reglas entre el WEC y el campeonato americano de la IMSA, hecho que podría atraer a múltiples marcas en una competición que se convertiría en muy competida y divertida, algo que sin duda podría ser del agrado del ovetense.

El nuevo Hypercar de Toyota
El nuevo Hypercar de Toyota

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