Giffard, del ‘Foot Talent’ a ser la pesadilla del Atlético en Copa


La eliminación del Atlético de Madrid a manos de la Cultural y Deportiva Leonesa

tuvo un nombre propio, el de

Lucas Giffard
. El meta francés, jovencísimo, se convirtió en el héroe de la noche. Un recital de paradas que acabó por eliminar al cuadro colchonero.



Sin sus paradas se puede afirmar sin temor a equivocarse que el Atlético de Madrid
estaría clasificado para la siguiente ronda de la Copa del Rey
. Lo del meta galo de 21 años es realmente una de esas historias del fútbol que hacen este deporte tan especial.

El arquero, llegado este verano al club leonés, no había jugado más que un par de partidos con la Cultural. No era el meta titular ni mucho menos. Y sin embargo se convirtió en el héroe de la noche con sus paradones.

En total, el meta hizo nueve paradas, siete de ellas providenciales. Dos a Thomas Partey
, dos a Saponjic, una a Riquelme, una a Saúl, una a Héctor Herrera y otra a Felipe Monteiro.

El recital del arquero francés comenzó pronto. En la primera mitad, la pegó con rosca el mexicano Herrera, desde la frontal del área, tras saque de esquina. Pero sin duda, fue en la segunda mitad cuando sencillamente se convirtió en un gigante.

Pero fue a partir del minuto 57 cuando el meta se destapó. Pase de magia de Joao
Félix al canario, que se la llevó medio de espuela entre dos marcadores, se plantó solo y la dio abajo cruzada, con el interior. El meta local sacó una mano prodigiosa.

A raiz del empate, el arquero intensificó su repertorio de milagros. En el 86 le paró una a bocajarro a Saponjic
y acto seguido, otra a remate de primeras. Y cuando el Atlético podría haber cerrado el asunto y evitado la prórroga, salvó a su equipo en el 90’. Sacó un cabezazo de Felipe que iba dentro y en el rechazo también un disparo de Thomas que lo tenía todo para marcar.

Salió de un campus de ojeadores

Y en la prórroga siguió el recital. Esta vez a un cabezazo de Saúl. El ilicitano se llevaba las manos a la cabeza. Y no fue la última. Algunas de las paradas de la noche las habría firmado el mismísimo Oblak.

Lucas
Giffard llegó a León el pasado verano tras muchas vueltas por el fútbol modesto español. Salió de la quinta división gala, del modesto club regional Aviron
Bayonnais.

Intentó la aventura española y pasó pruebas en el Getafe y el Rayo, que no le ficharon. Se buscó la vida en el Avilés pero jugó muy poco. De ahí al Caudal de Mieres, con el que disputó 11 partidos. Estaba en un momento complicado en su carrera, sin equipo, se apuntó al ‘Foot
Talent’ para darse una última oportunidad. Se trata de un campus que reúne a jugadores con talento y que están sin equipo, donde los ojeadores les pueden ver durante varios días en directo. De ahí le fichó la Cultural. Desde este jueves le conoce toda España.


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