Hazard y Jovic, segundas partes deben ser buenas

Nadie dijo que jugar en el Real Madrid fuera fácil. Hacerlo, además, bajo el peso de las cifras de un traspaso multimillonario es todavía una empresa más complicada. Y eso es, entre otros factores, lo que parece haberle ocurrido a las dos grandes firmas del pasado verano en el Real Madrid: Hazard y Luka Jovic. Ambos han cuajado una temporada para olvidar y, sin margen de error, tienen ante sí la posibilidad de dar la vuelta al dicho popular que asegura que “segundas partes nunca fueron buenas”.

Su segunda campaña en el conjunto blanco servirá, si están dispuestos a ello, para enmendar su primer curso que refleja un suspenso en mayúsculas. Eso sí, la carga de los millones gastados será más grande y la excusa del tiempo de aclimatación más pequeña por no decir inexistente.

Será pues como una especie de todo o nada. Mucho que perder y poco que ganar pues, después de un año prácticamente en blanco y habiendo costado lo que costaron, lo mínimo que se espera de ellos es que comiencen a dar los frutos.

Hazard beneficiado por el currículum

Quien más sencillo lo tiene, a priori, es Hazard. El belga ya ha demostrado en innumerables ocasiones que tiene calidad, talento y galones para ser el líder en ataque que se espera de él. Vino con la vitola de galáctico y aún no la ha perdido. Las lesiones, además, le han impedido seguir el ritmo pero lo cierto es que, cuando ha estado disponible, tampoco ha destacado. Zidane le conoce, y sabe lo que puede dar.

Jovic entre la juventud y los excesos

El caso de Jovic es diferente. Al delantero serbio le avala la juventud y un claro potencial de mejora. Sin embargo, sus salidas de tono durante la temporada como su marcha a Serbia durante el confinamiento o la desconocida lesión que le mantuvo varios meses fuera de competición, dejan más dudas en el madridismo.

De lo que no hay preguntas es sobre la obligatoriedad que tiene el jugador de rendir el curso que viene. De lo contrario, se verá abocado a la puerta de salida.

Todo ello, además, sumado a la ausencia de grandes fichajes les colocan a ambos como principales atractivos para el curso que viene. Una temporada en la que el Real Madrid tendrá que ‘sobrevivir’ con los mismos mimbres que este año y tanto el serbio como el belga son piezas importantes.