Imanol Etxeberria desgrana las claves del Osasuna-Athletic

El 2020 está siendo un año raro desde que apareció en nuestras vidas el coronavirus y la pandemia. En muchos aspectos nos hemos visto obligados a cambiar rutinas y costumbres en nuestra vida. En lo deportivo también se están viviendo muchas situaciones anómalas y si no, basta comprobar que la ausencia de público en cualquier evento deportivo lo convierte en extraño por ser poco habitual.

En Pamplona, este año especialmente, la celebración de su partido conmemorativo del Centenario va a pasar como algo muy descafeinado. Un estadio, El Sadar, remodelado y de gala para la ocasión, va a estar vacío siendo testigo de uno de los partidos más importantes de la historia del club. Una efeméride tan bonita y una realidad tan triste.

Hoy se disputa el derbi ante el Athletic, un partidazo, que ojalá lo sea, pero seguro que con El Sadar a reventar y la afición rojilla preparada para dejarse la garganta hubiera sido como lo que se merece el club y el momento por el que atraviesa. Pamplona se quedó sin San Fermín, Osasuna se queda en uno de los partidos más bonitos para el recuerdo, sin público ni aliento. Que acabe esto, dirán los navarros. Que termine esta pesadilla ya.

Deseos comunes aparte y hablando del choque, un derbi siempre suele ser igualado, o eso se suele decir. No hay favoritos, partido difícil, los tópicos típicos. Lo cierto es que la falta de público en El Sadar, conociendo cómo aprieta la grada rojilla y cómo lleva al equipo en volandas en los momentos complicados de partido, le va a venir muy bien al Athletic. Pero, por otro lado y excepcionalmente quizá, a Osasuna tampoco le venga mal la ausencia de aficionados esta vez.

Los derbis con tanta expectación como puede ser el de hoy y la excesiva activación de todo el mundo por conseguir ganar el partido conmemorativo pueden llegar a ser un arma de doble filo. Por un lado están los locales con el deseo de llevarse el partido para los anales de la historia y por otro, ese nerviosismo, esas prisas, ese objetivo de ganar como sea el choque; algo que te puede llevar a no hacer bien las cosas precisamente por las ganas y la precipitación.

Este es un partido para trabajarlo bien desde el punto de vista osasunista. Controlar el ansia, dominar los tiempos, trabajar bien el derbi. Y eso a veces es difícil con la gente empujándote hacia la portería contraria sin tener en cuenta al equipo rival. Son tres puntos como en otra cita más, pero interiormente para todos los rojillos está el deseo de llevarse la contienda más allá de los puntos y el rival. Y es normal, todos queremos ganar en días señalados.

El Athletic se plantará en Pamplona con la confianza de haber cosechado un gran resultado en su último envite y con las miras puestas en una victoria que le colocaría muy bien en la tabla y con un partido menos. Alejaría fantasmas y se hablaría de otras cosas. Los rojiblancos recuperan a
Yuri
y veremos cómo mueve las fichas
Garitano
después del buen juego frente al Levante. Los jóvenes talentos al acecho preparados para dar el callo. Osasuna recupera a
Torres
, jugador importante.

Partido que se antoja bonito y complicado para los dos equipos.
Jagoba
y
Bittor
conocen bien a los leones y saben de la intensidad con la que afrontan estos choques. Esperemos que nos brinden un bonito derbi en un día para el recuerdo.


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