La Liga que emprende su próximo vuelo dentro de dos meses y medio estará mediatizada por un marcado acento vasco. No sólo por el hecho de que haya cinco equipos del país gracias al ascenso de Osasuna, sino también por la notoria ocupación autóctona de los banquillos: siete entrenadores serán procedentes de Euskal Herria.
La salud de la Euskadi futbolera emerge como una potencia indudable, al menos desde el punto de vista de la calidad para dirigir equipos. Imanol
Alguacil (Real) y seis vascos más comandarán las operaciones de siete equipos de Primera División: Ernesto
Valverde (Barcelona), Julen
Lopetegui (Sevilla), Gaizka
Garitano (Athletic), Asier
Garitano (Alavés), José
Luis
Mendilibar (Eibar) y Jagoba
Arrasate (Osasuna).
El majestuoso ascenso firmado por Arrasate en El Sadar eleva a un 35% el protagonismo de la tierra en la liga española. Lopetegui se embarca en el duro proyecto del Sevilla y Asier
Garitano recupera terreno extraviado al frente del Deportivo Alavés. Como quiera que Gaizka
Garitano, Mendilibar, Imanol y Valverde siguen en el Athletic, Eibar, Real y Barcelona, la nómina alcanza los siete dígitos. El técnico blaugrana nació en la localidad cacereña de Viandar de la Vera, pero gran parte de su vida íntimamente ligada a Gasteiz.
Diez españoles (Marcelino, Bordalás, David
Gallego, Rubi, Calleja, Paco
López, Sergio
González, Escribá y Diego
Martínez), un francés (Zidane) y dos argentinos (Simeone y Pellegrino) conforman el resto del grupo, a expensas de quién ascienda de entre Deportivo, Mallorca, Albacete y Málaga.
Cinco de ellos, como en casa
Julen
Lopetegui (Asteasu), Imanol
Alguacil (Orio) y Asier
Garitano (Bergara) serán los embajadores de Gipuzkoa en las sillas de Primera División. Bizkaia cuenta con idéntico número de representantes: Gaizka
Garitano (Derio), José
Luis
Mendilibar (Zaldibar) y Jagoba
Arrasate (Berriatua). Valverde (Gasteiz) sujeta la bandera de Araba. Cinco de ellos, en todo caso, se encontrarán como en casa al llevar la manija del quinteto euskaldun.
Sólo Valverde y Lopetegui se desmarcan de esta mayoritaria tendencia a entrenar en Euskal Herria. El listón de la exigencia es elevado tanto en Can Barça como a orillas del Guadalquivir. La tarea en Euskadi tampoco será un camino de rosas porque cuesta consagrarse. Athletic y Real destituyeron la pasada temporada a sus entrenadores, Berizzo y Asier
Garitano, que reemplaza a Abelardo en otro inestable banquillo como el del Alavés. En Eibar las aguas bajan más tranquilas.
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