Injusticia para Breonna Taylor, desolación en la burbuja NBA

Los jugadores de la NBA aceptaron reanudar la temporada en medio de una pandemia mundial que azota con virulencia Estados Unidos con un compromiso cristalino: usar el altavoz del baloncesto para hablar de la injusticia social, el racismo y la violencia policial que se ceban con los ciudadanos negros y otras minorías étnicas en el país norteamericano.

Después de la muerte de George Floyd ahogado por la rodilla de un policía, después de los siete tiros a la espalda a Jacob Blake y después de un sinfín de conocidos y repetidos abusos policiales, la resolución del caso de Breonna Taylor es otro jarro de agua fría para los deportistas y la comunidad de la liga, que aceptaron jugar para intentar acelerar el cambio.

De momento, el altavoz ha sonado, pero los siglos de injusticias sistemáticas han continuado segando vidas y ahogando futuros al ritmo de siempre.

El caso de Breonna Taylor fue uno de los estandartes de la lucha liderada por varios deportistas de la NBA y el mundo del deporte. Su nombre ha aparecido inscrito en camisetas, gorras, mascarillas y todo tipo de prendas, y lo han llevado desde LeBron James hasta Naomi Osaka. El anuncio del fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, fue otro chasco de agua fría para el colectivo negro y el movimiento ‘Black Lives Matter’:

“Según la ley de Kentucky, el uso de la fuerza por parte de los agentes Mattingly y Cosgrove estaba justificado para protegerse”, explicó el fiscal. “Esta justificación nos impide presentar cargos criminales en el caso de la muerte de Breonna Taylor”. La mujer de 26 años recibió varios disparos el pasado 13 de marzo cuando los agentes irrumpieron en su casa sin avisar en una redada antinarcóticos.

Según el relato de la familia, que calificó la decisión de indignante, el novio de Taylor sacó su arma para defenderse de lo que pensó eran ladrones. Los únicos cargos criminales fueron a parar en un tercer agente que participó de la redada, Brett Hankinson, que fue irónicamente castigado por imprudencia temeraria por unos balazos que fueron a parar a la fachada del apartamento contiguo de la víctima.

“La justicia de la turba no es justicia”, recalcó Cameron en una rueda de prensa en la que incluso despreció, con sorna, a “famosos, activistas o influencers que nunca han pisado este estado y que nos dicen lo que hemos de hacer”. Evidentemente, los primeros en responder a la noticia fueron los influencers de la WNBA y la NBA.

“Este es el resultado cuando el sistema está diseñado para proteger a los mismos tipos que nos asesinan y aterrorizan. No es una manzana mala, es un árbol podrido”, exclamó Layshia Clarendon, jugadora de las New York Liberty. “Por eso hay que retirar los fondos y finalmente abolir la policía”.

Las jugadoras de la WNBA han jugado todo lo que llevan de temporada con el nombre de Breonna Taylor inscrito en sus camisetas.

En la NBA, algunos se quedaron sin palabras, como Donovan Mitchell, y otros hicieron una reflexión más profunda, como el entrenador de los Golden State Warriors Steve Kerr:

“Hay mucha violencia, y es desmoralizador cuando no podemos ser responsables o hacer a alguien responsable por ello. Lo peor es que tenemos un movimiento poderoso. Tenemos a mucha gente que se preocupa por este país y mucha gente que cree en el cambio y en la igualdad judicial para las comunidades negras y marrones, y aún así no la tenemos”.

El entrenador de los Warriors calificó lo ocurrido con Taylor como “violencia de estado”, una violencia que vemos “una y otra vez”. Danny Green, alero de Los Angeles Lakers, calificó la sensación de él y sus compañeros en la burbuja de “decepción”. Los jugadores siguen intentando dar “los pasos adecuados”, ya que hasta ahora sienten que lo que han hecho “no ha sido suficiente”.

Según el relato de sus compañeros, fue LeBron James quién les avisó de que iba a producirse una noticia de alcance para su lucha. Alex Caruso, que viste el ‘Black Lives Matter’ a sus espaldas, puso en contexto la decisión:

“Es el punto central ahora mismo, pero desde ese caso han matado a más gente negra inocente”, comentó el base reserva de L.A. “Será un viaje largo, hay mucho camino por recorrer”.

El entrenador de los Denver Nuggets, Michael Malone, también usó su tiempo de rueda de prensa para hablar de la polémica resolución del caso Taylor. “Estamos usando nuestra plataforma para hablar de educación y dar voz a nuestros jugadores, especialmente sobre conseguir justicia para Breonna Taylor”, comentó el jugador. “No hemos logrado esa justicia, y eso es una pena. Espero que eso cambie en algún momento”.

Como se ha repetido hasta la saciedad, la ley ampara los abusos policiales. Las quejas de la NBA y otros entornos mediáticos no han cambiado las sagradas escrituras de un país que tiene un largo historial de racismo, abusos e injusticia que no cambiará de la noche a la mañana.

Tras meses de lucha y ‘Black Lives Matter’, con un boicot histórico del deporte estadounidense de por medio, todo sigue igual.


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