James Cameron también carga contra las plataformas de streaming: «Mató la asistencia a los cines»

Si hay alguien que puede tener la autoridad para reflexionar sobre el cambio de paradigma en el consumo audiovisual, ese es James Cameron. El cineasta canadiense es el responsable de dos de las tres películas más taquilleras de la historia; Avatar y Titanic. Aparte, no le faltará demasiado para que a estas dos se le sume la reciente Avatar: el sentido del agua (actualmente en el Top 7 del ranking). Su predilección por las salas es obviamente casi una religión, por lo que era extraño que todavía no se hubiese pronunciado sobre el auge de las plataformas de streaming. Dicho y hecho, tras confirmar que tendrá que rodar más aventuras de los Na’vi, Cameron ha despotricado a gusto en el podcast The Business (vía The Playlist) de la obsesión de Hollywood con el streaming:

James Cameron
James Cameron

“Creo que todo el mundo se quedó pillado (con el streaming) cuando la pandemia empezó a hacer daño. Solo que no hizo daño; mató la asistencia a los cines”, explicaba el director. James Cameron no es el primero (ni será el último) que se pronuncie en contra de esta tendencia de la industria. Antes que él, figuras como Denis Villeneuve o Steven Spielberg, ya mostraron su disconformidad con esa necesidad de estrenar ciertos productos de forma simultánea. Incluso ha propiciado sonoras rupturas de asociaciones muy fructíferas como el tándem Christopher Nolan y Warner Bros. Pero el responsable de secuelas tan poderosas como Terminator 2: el día del juicio final y Aliens, ha ido más allá en la reflexión sobre la reacción de la industria ante la necesidad de engrosar los catálogos de las compañías. “Todo el mundo tenía una gran historia de Wall Street acerca de cómo íbamos a crear todo este contenido y según he podido ver de lejos, porque yo no entré en ese juego, parecía que todos estaban tirando el dinero como tontos para generar contenido y crear un flujo en constante renovación”, recordaba.

Tampoco es que las declaraciones de Cameron se deban a un miedo sobre el futuro de la exhibición en el sétimo arte, ya que opina que es una especie de “estafa piramidal” porque el espectador medio necesita “entre ocho y diez suscripciones para verlo todo”. Los datos y la caída en bolsa de HBO y Netflix demuestran que el mercado debe consolidarse, lo que lleva a un entendimiento final entre las salas y las plataformas para sobrevivir.


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