Juan Gómez (Curuzú Cuatiá, Argentina, 1971) fue el primer extranjero en llegar a ser capitán de la Real, señal inequívoca de la impronta que dejó en los tres años (1996-1999) que defendió la elástica txuri urdin. Huelga decir que cambiaría casi todo lo que logró como profesional por estar el 3 de abril en La Cartuja, donde espera volver a ver a la Real celebrar un título.
Faltan nueve días para la final. ¿Qué sentimientos le produce?
Para mí, lo primero, es muy gratificante poder estar en contacto con la gente de San Sebastián a través de Mundo Deportivo. Antes de la pandemia estaba en mis planes viajar a la final. Siento envidia de los protagonistas que van a estar en el césped ese día.
¿Cómo se imagina esta final ante el eterno rival pudiendo ser la Real campeona 34 años después?
Jugarte un título contra el eterno rival es algo que se da una vez en la vida, como el River-Boca de la final de la Libertadores en Madrid. El sentimiento me lleva a ser optimista y más viendo el equipo que tenemos. Me siento muy orgulloso e identificado con esta Real que tenemos hoy con Imanol, que ha hecho un gran trabajo con Olabe y la dirigencia a la cabeza. Hay que tener cojones para dar posibilidades a estos centrales jóvenes que tenemos. Es la única manera de estos chicos puedan ser el día de mañana los grandes jugadores que están demostrando ser.
¿Cómo visualiza el partido?
Me imagino el típico derbi, trabado, pero la Real cuenta con la ventaja de que agrega fútbol a la garra que nos identifica. Es un equipo vertical, que con el balón es muy peligroso. Si la Real tiene el control del balón tendremos más posibilidades de quedarnos con la Copa.
¿Qué es lo que más miedo le da del Athletic?
Sin querer ofender a nadie de la Real, siempre me ha gustado del Athletic que nunca da un partido por perdido. Imaginando que la Real va ganando, es un equipo peligroso, por ese carácter que tienen.
…
El Athletic tiene grandes jugadores pero hoy creo que estamos un escalón por encima de ellos. Alguna vez que me tocó jugar contra ellos estábamos un escalón por debajo, pero ahora estamos por encima pero eso hay que demostrarlo en el campo. Confío plenamente en la Real.
Usted ha sido campeón con River. La Real no lo es desde hace 34 años. ¿Qué mensaje les daría a los jugadores que salten al campo?
El desafío más grande es quedar en la historia. Creo que el recuerdo que dejé yo en la Real es que la gente decía, ‘no sé si este tío es bueno o malo pero se dejaba la vida en cada partido’. La posibilidad que tienen estos chicos de ganar una Copa al eterno rival es la hostia, es quedar ahí arriba del todo. Es querer quedar en la historia, sacar el orgullo. Los colores txuri urdin deben quemarles la piel en la final.
¿Qué daría por jugar la final?
Daría la Copa Libertadores que gané con River. Jamás pensé, tras jugar en River, que la Real iba a ser tan importante en mi vida. Mi primer hijo, Esteban, nació en Donostia y los otros tres se llaman Iñaki, Andoni y Maite. Soplé las velas de los 50 años en enero en una tarta con el escudo de la Real.
Fue compañero de Imanol. ¿Lo identifica con el que conoció?
Como jugador era un perro de presa, como yo. Que hoy tenga un equipo que toque y que sea protagonista, esto ya no lo imaginaba en Imanol. Pero qué bueno tenerlo en el banquillo de la Real.
¿Que destacaría de lo que ha logrado?
Cuando me siento ante el televisor con unos mates, el equipo me hace sentir que juega de igual a igual ante cualquiera, como en Valdebebas contra el Real Madrid. Estamos ante una Real que es protagonista, que es cosa seria.
¿Qué jugador le gusta más?
Como referente siempre he puesto a Oyarzabal, porque yo procedo de Argentinos Juniors, el semillero del mundo, y soy un defensor de la cantera. Pero Merino es una cosa de locos, Portu, los centrales tienen un mérito tremendo, me gusta mucho cómo juega Remiro con el pie… Imanol logró ensamblar las piezas y hacer un grupo muy fuerte. Siendo hincha de la Real como soy, me siento orgulloso del equipo que me representa. Es protagonista en cualquier campo. Y eso no lo hace cualquiera en el fútbol actual
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