El centrocampista del Real Valladolid, Kike Pérez (25 años), quien ha recibido el trofeo como mejor jugador del mes de septiembre del equipo blanquivioleta, según la afición, ha asegurado que siempre ha dado todo por la camiseta del Pucela y seguirá haciéndolo hasta el último día, aunque su situación pueda cambiar y tener menos protagonismo que en la actualidad.
En este sentido ha indicado, en rueda de prensa, que “existe una competencia muy sana en el equipo y toda la plantilla sabe que va a tener la oportunidad de aportar su granito de arena para conseguir el objetivo de la permanencia, y que las cosas pueden cambiar de un partido para otro”.
“Unos días jugarán unos, y otros días lo harán otros, lo que dependerá de la decisión que tome el míster en cada momento, pero nos pide a todos lo mismo: que salgamos a dar el máximo cuando toque”, ha precisado Kike Pérez, quien ha admitido que está pasando por “un gran momento” en el plano deportivo.
“Queda mucho por hacer aún”
Eso sí, ha advertido que “queda mucho por hacer aún”, aunque trate de ofrecer, en todo momento, su “mejor versión”, ya que puede “dar más asistencias o marcar más goles” y, al respecto, ha confesado que sí que pasa por su mente “disparar más” a la portería contraria, para tratar de añadir tantos al casillero del equipo.
En su caso, ha ido “adquiriendo confianza” después de un primer año en el primer equipo “muy complicado” por el descenso, que les “perjudicó a todos”, y un pasado año en el que las lesiones le impidieron rendir a un buen nivel, para pasar a contar ahora con un importante protagonismo dentro del esquema de Pacheta.
Un sistema -4-3-3- con el que los jugadores se sienten “cómodos”, puesto que les permite “controlar el balón, pero que “puede variar” en virtud de cada encuentro, como sucedió ante el Betis, ya que “el míster sacó todo lo que había para ir a por el partido”, si bien no salió como se esperaba.
“Nos faltó llegar más a puerta”
“En el once contra once estuvimos mejor que ellos, pero nos faltó llegar más a puerta y definir mejor para marcar, y el hecho de cambiar de sistema no tuvo nada que ver con bajar el ritmo, sino que perder ese control del esférico tuvo más que ver con el cansancio acumulado”, ha explicado.
Es consciente de que, para seguir progresando, es importante mantener la confianza y añadir más puntos, empezando por el próximo partido ante el Espanyol “que va a ser muy difícil porque van a salir con todo, ya que su necesidad de ganar es mayor y, por tanto, será fundamental salir a por la victoria desde el inicio”.
“Luego tenemos que mejorar en casa el registro goleador”, ha concluido Kike Pérez, que seguramente entrará dentro de las rotaciones del Real Valladolid al tener que afrontar tres encuentros en una semana, pero es algo que asume, porque además “va a permitir que el equipo esté todavía más unido y mejor”.