La actriz Mira Sorvino hace público que fue violada


Mira Sorvino, junto al gobernador del Estado de Nueva York, Andrew Cuomo, este miércoles. En vídeo, declaraciones de la actriz y activista de TimesUp. Mike Groll AP

La actriz Mira Sorvino, una de las caras visibles del movimiento MeToo y víctima del acoso de Harvey Weinstein, ha hecho público que sufrió una violación. La ganadora de un Oscar, que vio cómo su prometedora carrera se resentía tras rechazar al todopoderoso productor, ha contado por primera vez que fue violada durante una cita, en un intento de que su confesión contribuya a cambiar los plazos de prescripción para los delitos sexuales en el Estado de Nueva York.

“El MeToo ha sido maravilloso, pero también ha sido muy traumático para mí a nivel personal porque he tenido que revisitar mi pasado y mis demonios de una forma que no había explorado realmente”, ha relatado en una conferencia de prensa este miércoles acompañada por el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. “No había resuelto realmente los traumas del pasado. No había buscado realmente la ayuda que necesitaba. Así que este último año y medio ha sido un periodo muy interesante y duro para mí”.
“No solo fui víctima de acoso sexual y agresión a manos de Weinstein (…) sino que también soy una víctima de abuso sexual y superviviente de una violación durante una cita”, ha admitido la actriz, con la voz entrecortada en varios momentos por la emoción. “No quiero entrar en detalles, pero nunca había dicho esta última parte en público porque a veces es imposible compartir estas cosas, y lo estoy haciendo aquí para intentar ayudar porque todas estas supervivientes que hay ahí afuera ahora necesitan justicia, necesitan sentir que pueden tomarse el tiempo que precisen para salir del trauma, de la vergüenza”, ha continuado.
“Os puedo decir que en situaciones de violación en segundo grado, como fue la mía, sientes vergüenza”, ha asegurado Sorvino. En Nueva York se califica penalmente como violación en segundo grado la que se produce cuando la víctima no puede prestar su consentimiento por su edad, su capacidad mental o por encontrarse en estado de embriaguez. “Sientes que, de alguna manera, fue culpa tuya, que deberías haber sido más lista. Que deberías haberte protegido mejor. Que no deberías haberte tomado esa bebida. Quién sabe lo que había en ella, pero de alguna forma tú te metiste sola en esa situación”.
Con este testimonio, la actriz se suma a las peticiones para cambiar el plazo de prescripción en la ley estatal, actualmente de cinco años, y facilitar así que las víctimas puedan denunciar. Y ha pedido a los legisladores que hagan justicia, “porque la mayoría de violadores volverán a violar”. Según la actriz, el plazo de prescripción en Nueva York es “de los más cortos del país”, lo que en un Estado “liberal y progresista” es una vergüenza. “Estáis acortando el tiempo durante el cual una persona podría tener la valentía de dar el paso y nombrar a su atacante, e intentar conseguir justicia”, ha dicho. “Es de extrema importancia para todas las víctimas pasadas, para las supervivientes presentes y para las posibles víctimas futuras. Vamos a prevenirlo, vamos a parar el protocolo de intervención y empezar a cambiar el entorno y decir que el tiempo de los abusos sexuales, de las agresiones sexuales, del acoso y de la violación se ha acabado”, ha concluido.
En 2017, el director de cine Peter Jackson reveló en una entrevista que, en 1998, Weinstein le presionó para que no contratara a Mira Sorvino y a Ashley Judd para su proyecto de El Señor de los anillos. Judd y Sorvino, dos de las decenas de actrices que acusaron al productor de abusos sexuales, estaban en el listado que Jackson presentó a los hermanos Harvey y Bob Weinstein cuando la compañía de este, Miramax, iba a producir las películas. “Recuerdo que Miramax nos dijo que era una pesadilla trabajar con ellas y que debíamos evitarlas a todo costa”, aseguró Jackson. “Ahora sospecho que nos dieron información falsa sobre estas dos talentosas mujeres y, como resultado directo, sus nombres fueron eliminados de nuestra lista de casting”, lamenta el realizador.
Tras conocer estas declaraciones, Sorvino dijo sobre el parón en su carrera: “Pudo haber otros factores, pero sin duda sentí que me aislaban y que mi rechazo a Harvey tenía algo que ver con eso”, dijo, hablando de su propia carrera. El acoso se produjo en 1995, en el pico de su popularidad, cuando acababa de rodar Poderosa Afrodita de la mano de Weinstein y de Woody Allen, y por la que ganaría un Oscar como Mejor actriz de reparto.


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