Han pasado poco más de dos años desde el amargo trago de Salzburgo y la Real está de vuelta en el viejo continente. El conjunto txuir urdin va conociendo más detalles de la Europa League que le espera a partir del 22 de octubre. Con las fechas claras, la última jornada de la Premier League arrojó ayer alguno de los rivales más atractivos que el conjunto txuri urdin podría encontrarse en su camino. Un viaje con un horizonte soñado: la final de Gdansk (Polonia).
El sorteo del 2 de octubre en Atenas acotará el foco realista a sólo tres rivales. El zurdazo de Januzaj en el Wanda Metropolitano, como colofón de una gran temporada, ha asegurado una butaca en la cita, sin necesidad de superar rondas previas. Un tesoro teniendo en cuenta que las tres que deberá disputar el Granada tendrán lugar en los tres primeros jueves ligueros.
La Real estará en un baile que cada vez tiene más invitados confirmados. Algunos, de campanillas. Auténticos clásicos del fútbol continental como el Nápoles, el Bayer Leverkusen o el Feyenoord acompañarán a los txuri urdin, que por el momento se sitúan en el primer bombo como cabeza de serie pero que, dependiendo de los equipos que terminen accediendo al sorteo, podría caer al segundo.
El Arsenal de Mikel
Arteta podría unirse, aunque necesita ganar la final de la FA Cup ante el Chelsea para sellar su billete tras finalizar la Premier en octava posición. En caso de que los ‘gunners’ caigan, será el Tottenham el que acompañe al Leicester, quinto después de perder ayer en casa contra el Manchester United. El Wolverhampton, séptimo, jugaría las rondas previas.
Los de José
Mourinho tendrán que pasar tres eliminatorias previas si finalmente el Arsenal levanta la FA Cup. El Glasgow Rangers de Steven
Gerrard o el Wolfsburgo deberán recorrer el mismo camino.
Las dos últimas jornadas de la Serie A decidirán la hoja de ruta de Roma y Milán. Los capitalinos van de mano para conseguir plaza directa en la fase de grupos. En ese caso, los ‘rossoneros’ tendrían que ganarse su sitio en las previas.
El 22 de octubre comenzará a rodar el balón de la Europa League para la Real. El conjunto txuri urdin estará encuadrado en uno de los 12 grupos de cuatro equipos. Los dos mejores de cada uno de ellos, tras seis jornadas, accederán a los dieciseisavos de final. La fase finalizará el 10 de diciembre.
Los grupos cederán el testigo a las eliminatorias directas a ida y vuelta. A los 24 clasificados de la fase de grupo se le unirán los ocho terceros clasificados de cada grupo de la Champions. Un criba de la que saldrán, a buen seguro, algunos de los principales favoritos a conquistar el título.
Gdnask aparece todavía como un sueño lejano pero empezará a hacerse palpable cuando suene el pitido inicial de la competición. Para tocar la gloria, la Real deberá añadir 15 partidos a su temporada. Bendito problema.
El COVID-19 amenaza con impedir los desplazamientos hasta 2021
Buena parte de la salsa de participar en Europa radica en el desplazamiento de los aficionados a distintos lugares del continente, pero este año todo es distinto, por desgracia. Las circunstancias actuales y los brotes existentes en España y en el resto de países europeos hacen pensar que las hinchadas, entre ellas la de la Real, no podrán acompañar a sus equipos por lo menos en los tres viajes de la fase de grupos. Y eso, si no hay que lamentar algo peor, como que un posible recrudecimiento de la pandemia obligue a detener todo el fútbol como sucedió desde marzo hasta junio.
Nada se puede presupuestar por ahora, pero casi en el mejor de los escenarios, podría haber un desplazamiento de ‘realzales’ para el partido a domicilio de los dieciseisavos de final, previsto para febrero, si ya hay una vacuna y si la Real queda entre los dos primeros de su grupo y se clasifica, como hace tres años. En la retina del seguidor txuri urdin quedan recientes aventuras inolvidables como las de Lyon, Manchester o Salzburgo.
El COVID-19 sigue causando estragos, pero de momento el calendario no se altera. Los jugadores están citados el 14 de agosto para comenzar una pretemporada que se desarrollará, a priori, en las mismas condiciones sanitarias en cuanto a controles y medias extraordinarias que en el último mes y medio de ‘Liga express’.
El nuevo Anoeta se estrenará en el continente
El nuevo Anoeta y su vigorosa grada de animación han sido una de las sensaciones de LaLiga y contribuyeron a que el estadio cobrase vida cada vez que la Real jugó de local antes de la irrupción del coronavirus. Las gradas vacías posteriores al confinamiento fueron un perjuicio para un equipo que se acostumbró a fusionar su juego con la compañía cercana de su gente para mejorar los resultados.
La previsión es que no haya público en los primeros partidos de la próxima edición de la Europa League. En todo caso, será la primera ocasión en la que el nuevo Anoeta, el estrenado en todo su esplendor en septiembre de 2019, acoja un partido continental. Tendrá que llegar lejos en la segunda competición continental la escuadra txuri urdin para que pueda ser jaleada por su gente y puedan estar ocupados buena parte de los 39.000 asientos que hay en la actualidad.
En la última ocasión en la que la Real paseó sus colores por Europa, el estadio ya estaba en obras. Era la temporada 2017/18 y entonces estaba primero inutilizado y luego derribado el fondo sur, con su correspondiente lona. De hecho, para el primer partido ante el Rosenborg instalaron una grada provisional justo detrás de la portería.
Los ‘europeos’ pierden dos puestos al año siguiente
Para la mayor parte de los equipos ‘terrenales’ la partipación en una competición europea suele conllevar un rendimiento menor en Liga. La Real lo ha vivido en sus carnes, pero también lo han sufrido otras escuadras que tampoco están acostumbradas a tener que compaginar tres competiciones en un mismo ejercicio. La Real se va a tener que adaptar, pero un exhaustivo estudio del portal ‘ProFootball’ señala que los conjuntos de la Liga, quitados de la ecuación el Real Madrid y el Barcelona, que toman parte en la competición europea han perdido de media 2,24 puestos en la competición doméstica la temporada siguiente durante los últimos 20 años. Contando a los blancos y los blaugrana, el promedio es mejor: 1,64.
El caso más extremo, que seguro atiende a otras razones, es el del Espanyol este pasado curso. Los pericos fueron séptimos hace un año, tuvieron que disputar tres eliminatorias previas de la Europa League y este curso quedaron últimos: han perdido 13 posiciones.
La Real que en la temporada 2016/17 logró su pasaporte europeo tras ser sexta fue duodécima la siguiente, con el mismo entrenador, Eusebio Sacristán.
El caso más extremo de los últimos 20 años lo protagonizó el Villarreal en la campaña 2011/12. Acabó el 18º con Lotina tras haber sido cuarto el curso anterior.
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