La farmacéutica Teva es declarada culpable de contribuir a la crisis de los opioides en Estados Unidos


La farmacéutica Teva fue declarada el jueves responsable de contribuir a la crisis de los opioides en Estados Unidos en un juicio que se alargó medio año en Nueva York y que fue pionero por llevar ante la Justicia a las grandes empresas implicadas, después de que todas las demás acusadas pactaran acuerdos multimillonarios para abandonar el banquillo. El jurado del proceso, que comenzó el pasado junio en la Corte Suprema estatal, emitió ayer un veredicto de culpabilidad para Teva Pharmaceuticals USA y varias de sus subsidiarias, que habían sido acusadas por la Fiscalía General de los cargos de “perjuicio público” por su papel en una crisis sanitaria que ha costado la vida a casi medio millón de estadounidenses en las últimas décadas.

La fiscal demócrata Letitia James, que ha encabezado el caso, se adjudicó una “victoria” y dijo que el jurado había atribuido la “responsabilidad” a ese fabricante de productos opiáceos por “la muerte y destrucción infligida sobre los estadounidenses” a los que “engañó sobre los verdaderos peligros de los opioides”, según un comunicado. En marzo de 2019, James presentó la demanda más extensa del país para responsabilizar a más de una decena de fabricantes y distribuidores por la epidemia de los opioides, incluyendo a Purdue Pharma, la fabricante del fármaco altamente adictivo OxyContin, y a sus propietarios, la familia Sackler.

No obstante, ya antes de comenzar el juicio las acusadas empezaron a negociar y firmar acuerdos con la Fiscalía, la primera de ellas Johnson & Johnson, que se comprometió a pagar 230 millones de dólares y a suspender en todo el país la producción y las ventas de sus productos opiáceos para resolver la demanda. Hace un mes se produjo el último pacto, el de Allergan -subsidiaria de AbbVie y conocida por fabricar el Botox-, que acordó pagar 200 millones y dejar de producir, vender y promover opioides para librarse del juicio.

En total, la Fiscalía recabó en total unos 1.500 millones de dólares que se destinarán a paliar la devastación de la crisis de los opioides en Nueva York, con tratamientos para la recuperación de los adictos y programas educativos. Buena parte de ese monto, en torno a unos 1.000 millones aportados por las grandes distribuidoras McKesson, Cardinal Health, Amerisource Bergen y Johnson & Johnson, forma parte de un acuerdo global de 26.000 millones que firmaron las cuatro empresas para poner fin a miles de demandas impulsadas por numerosos estados y ciudades del país contra ellas. Teva, la única farmacéutica que quedaba en pie en el juicio, calificado de “maratón” por el juez, tendrá que someterse ahora a otro proceso que determinará cuánto debe pagar por alimentar crisis de los opioides en EE UU, según determinó hoy el jurado con su veredicto después de unas dos semanas de deliberaciones.


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