La Federación Australiana de Fútbol (FFA) ha anunciado este martes que suspende la A-League, máxima competición del país, tras constatar que lo que suponía una “misión compleja” (mantener el calendario) se ha convertido en una “misión imposible”, ante las restricciones impuestas por el gobierno por la pandemia del coronavirus COVID-19. De hecho la suspensión era oficiosa desde hacía unas horas aunque el lunes aún se jugó el Newcastle Jets-Melbourne (2-1).
James Johnson, presidente de la Federación de Australia, anunció el aplazamiento en una conferencia de prensa en Sídney, en la que afirmó que la decisión cuenta con el respaldo unánime de todos los clubes y partes implicadas. El 22 de abril la FFA tiene previsto volver a revisar el acuerdo, porque su intención es concluir el torneo en cuanto sea posible.
Las restricciones de movimientos impuestas por muchos estados y el cierre de fronteras, que no garantizaba que pudiese jugar el Wellington Phoenix neozelandés -tercer clasificado- han terminado por decidir a la FFA, que aún el sábado afirmaba que la competición iba a proseguir, después de que concluyese el torneo femenino, con victoria del Melbourne City.
“Al ser un torneo que se juega en todas las partes de Australia y en Nueva Zelanda, lo que era una misión complicada se ha convertido en una misión imposible”, aseguró Johnson, que no obstante, afirmó: “Es un aplazamiento. Queremos asegurarnos de que los jugadores mantienen la mentalidad de que la Liga se reanudará lo antes posible, pero la realidad es que no sabemos cómo se propagará el virus”, indicó.
La A-League ha disputado 22 de sus 29 jornadas, aunque en algunos casos incompletas. El Sydney encabeza la clasificación con 8 puntos de ventaja sobre el Melbourne Victory, que ha jugado tres partidos más. Un torneo “reducido” le permitiría completar el campeonato en tres semanas, según estima la Federación Australiana.
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