La caída del precio de la gasolina sigue dando un respiro a la inflación en Estados Unidos. El abaratamiento de los combustibles ha permitido que los precios suban solo ligeramente en el mes de agosto, un 0,1%, y que la tasa interanual se reduzca por segundo mes consecutivo. Pese a ello, es un dato que ha decepcionado a analistas e inversores tanto porque esperaban una caída mensual de los precios como por el empeoramiento de la inflación subyacente. Los mercados han reaccionado con fuertes caídas ya desde la preapertura de la Bolsa.
La inflación interanual se sitúa ahora en el 8,3%, una tasa que sigue siendo muy alta con respecto al objetivo del 2% en que la Reserva Federal cifra la estabilidad de precios. La parte positiva es que acumula dos meses de retroceso, lo que no había ocurrido en todo el año. Tras el 9,1% de junio, el máximo en cuatro décadas, la inflación cedió hasta el 8,5% en julio, y ahora baja al 8,3%, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Ese retroceso, sin embargo, se ha quedado por debajo de lo que cabía esperar con el abaratamiento de la gasolina.
Sube el gas y la electricidad. El precio de los alimentos para consumir en casa se encarece un 13,5% interanual, su mayor ritmo desde 1979. Y la inflación subyacente, que excluye en su cálculo los precios de los alimentos y de la energía, ha pasado del 5,9% al 6,3% interanual, tras un encarecimiento del 0,6% de los precios en agosto. Esa es una señal preocupante de que las tensiones sobre los precios se están enquistando y pueden durar más de lo esperado.
La Reserva Federal está subiendo los tipos de interés agresivamente para contener los precios y ha advertido de que bajar la inflación supondrá causar “algo de dolor“ a familias y empresas, en palabras de su presidente, Jerome Powell.
El banco central de Estados Unidos tiene su siguiente reunión de política monetaria el día 21 de septiembre, la semana próxima. Powell advirtió de que vigilaría cada dato que se publicase hasta llegar a ese día. El de inflación es uno de los más importantes, pero los que han ido saliendo hasta ahora, en particular los que muestran la fortaleza del mercado laboral, apuntan a una tercera subida consecutiva de los tipos de 0,75 puntos porcentuales. El mal dato de inflación subyacente y la mínima caída de la inflación general conocidos este martes tienden a confirmar ese pronóstico. En lo que va de año, los tipos de interés ya han pasado de un nivel cercano a cero hasta el rango actual del 2,25% al 2,50%.
Powell ya dio un mensaje duro el mes pasado: “Es probable que la reducción de la inflación requiera un periodo sostenido de crecimiento por debajo de la tendencia. Además, es muy probable que las condiciones del mercado laboral se debiliten. Mientras que los tipos de interés más altos, el crecimiento más lento y las condiciones del mercado laboral más débiles reducirán la inflación, también supondrán cierto dolor para los hogares y las empresas”, dijo en Jackson Hole (Wyoming), en el habitual simposio veraniego sobre política monetaria.
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