La playa y el mar pueden dañar tu smartphone: cómo protegerlo

El calor, la arena y el mar (o el agua de la piscina) pueden ser todo un peligro para nuestro teléfono móvil dado los muchos accidentes que se pueden producir y que pueden dañarlos en pocos segundos. Por suerte, si tomamos las precauciones adecuadas podremos proteger nuestro smartphone este verano cuando vayamos a la playa o a la piscina de modo que conozcamos ahora cuáles son.

La playa y el mar pueden dañar tu smartphone: cómo protegerlo

Estando por fin en pleno apogeo de la temporada de verano, son ya muchas las personas que se encuentran de vacaciones o que en breve partirán para su destino de playa o algún rincón, apartamento o casa en el que bañarse constantemente en la piscina. Sin embargo, queda una preocupación: cómo comportarse con el teléfono móvil o smartphone para no dañarlo. Entre calor, arena y mar, estos objetos valorados en varios cientos de euros pueden ser víctimas de numerosos accidentes que pueden dañarlos en pocos segundos; afortunadamente, las precauciones que se deben tomar para evitar que ocurran escenarios similares son pocas y sencillas.

Sol y calor

El sol es el enemigo más difícil de evitar en la playa, sobre todo si no has llevado sombrilla y además has cometido la imprudencia de ir en «hora punta» a la playa o a la piscina. La superficie del teléfono, y en particular la parte negra de la pantalla táctil, se calienta muy fácilmente y con ello que suba su temperatura de forma repentina amenazando disfunciones que podrían ser permanentes.

Por lo tanto, el smartphone, cuyo uso ya produce calor de forma espontánea, debe encenderse y consultarse solo a la sombra. Estar con el móvil haciendo fotos, enviando mensajes o consultando las redes sociales cuando estamos bajo los rayos directos del sol también eleva al máximo la luminosidad de la pantalla, contribuyendo al consumo total de energía y por tanto al sobrecalentamiento de nuestro dispositivo.

Y si no tienes la posibilidad de colocarte a la sombra o debajo de una sombrilla, lo ideal es guardar tu smartphone debajo de una camiseta o en una bolsa, para protegerlo al menos de los rayos directos.

Arena

Aunque muchas veces no lo pensamos, la arena puede ser todo un peligro para nuestro móvil dado que la mayoría de veces se puede «colar» dentro de la toma de carga, en los orificios dedicados a los altavoces o simplemente rayar la protección de la pantalla por fricción. Por esta razón, cuando el teléfono no está en uso, es mejor guardarlo en una bolsa protectora impermeable , para protegerlo no solo del agua sino también de los granos de arena.

Por otro lado, vigila también en la vuelta a casa de la playa ya que es fácil que dentro de la bolsa o en el bolsillo de la ropa que lleves se haya metido algo de arena y si guardas dentro el móvil puede acabar de nuevo viéndose afectado. Procura atusar bien las cosas y la ropa para quitar cualquier resto de arena antes de partir de vuelta y en el caso de que la arena ya se haya filtrado dentro del móvil deberás utilizar cepillos con cerdas suaves, usados ​​con delicadeza.

Agua

Una de las peores que puede pasarle a nuestro smartphone en verano es que termine en el mar o en el agua de la piscina. Lo único que tendremos que hacer en este sentido será mantenerlo alejado de la orilla del agua, pero para aquellos que todavía quieran hacer tomas y videos con temas acuáticos o junto al mar, el consejo es simplemente sujetar firmemente el dispositivo y verificar cuidadosamente dónde pone los pies.

En cuanto a las fundas impermeables que se promocionan estos días (sobre todo en internet), es mejor no confiar mucho en ellas, a menos que estén repletas de revisiones positivas y convincentes o que provengan de marcas de confianza. Y por último, no olvides tampoco asegurarte de que tus manos y cabello están secos antes de coger el móvil después de darte un baño en el agua.


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