La propuesta reconocible de Garitano


El Athletic retornó a la Liga con un equipo sumamente reconocible. Mucho más previsible, por ejemplo, que el que el mismo Gaizka Garitano puso en liza durante la anterior jornada, allá por el 8 de marzo en Valladolid y con pocas horas de descanso tras conseguir el pase a la final de Copa en Granada. No hubo margen para la sorpresa, por tanto, en la alineación bilbaína frente al Atlético de Madrid. Tampoco en su propuesta.



Las dos principales dudas quedaron despejadas sin mayores alardes. Unai López repitió en la zona ancha, a modo y manera de lo sucedido meses atrás en Zorrilla e Iñigo Córdoba, otro de los ‘intermitentes’ en los onces del técnico deriotarra, repitió en la banda izquierda. Muniain, de esta manera, ejerció como medio punta por detrás de Williams y Raúl García caído al ala derecha.

El míster reaccionó ante los problemas físicos de Yuri metiendo a Núñez de tercer central y a De Marcos de lateral

El centrocampista navarro, que en su anterior etapa con Simeone en el propio Atlético ya había ejercido por dicha zona, no acabó de encontrarse cómodo. Participó menos de lo que suele ser habitual, aunque cumplió una vez más. Apenas tuvo, eso sí, opciones de remate.

Ni él, ni la práctica totalidad del resto de sus compañeros. Los leones trabajaron bien sus llegadas hasta las inmediaciones del área de Oblak, pero apenas tuvieron opciones de remate. El buen portero visitante, de hecho, solo tuvo que emplearse a fondo en un remate de cabeza de Yeray con empate a cero todavía en el marcador. Yuri, un par de veces, y Williams también lo intentaron de cara a puerta. Muniain, sin embargo, fue el único que acertó.

Unai Simón fue decisivo ante el tiro de Arias, pero Oblak ya había impedido mucho antes el 1-0 a cabezazo de Yeray

El capitán intentó en todo momento moverse entre líneas. Hizo de enlace en muchas ocasiones, no todas ellas con acierto en el control o el último pase. Algo ógico dada la falta de ritmo competitivo tras este obligado parón y el buen y poblado entremado defensivo del Atlético. El repliegue colchonero resultó especialmente intensivo durante fases concretas del primer tiempo y del arranque del segundo.

El discurrir de los minutos y el carrusel de cambios fueron favoreciendo la propuesta visitante. El Atlético dejó claro que no se conformaba con el empate, pero pese a intentarlo hasta con los cinco cambios reglamentarios apenas generó opciones de remate ante Unai Simón. El recién incorporado Arias fue el único en obligar al joven portero rojiblanco a emplearse a fondo.

Sin jugadores de banda

Por ahí, ciertamente, vinieron buena parte de los problemas finales del Athletic. Tras reemplazar a Córdoba y situar como media punta al recién incorporado Sancet, Muniain tuvo que encargarse de ejercer de interior zurdo. El Athletic pasó a sí a tener dos hombres con buen juego interior sacrificados en las respectivas bandas. Simeone, por su parte, reforzó tanto el juego por el ala diestra con Arias y Lemar como por el centro con Morata, Correa y finalmente Herrera.

La respuesta de Garitano ante esta avalancha madrileña y con su banda izquierda muy tocada físicamente radicó en quitar a Yuri y Muniain para dar entrada a Núñez y De Marcos. Un par de sustituciones que trajo consigo también un cambio de sistema. Los leones pasaron así de su planteamiento inicial del 4-2-3-1 al 5-4-1 con muchos futbolistas de dentro y casi ninguno de banda propiamente dicho.

Raúl García jugó todo el partido pegado a banda

y Muniain se desplazó a la izquierda tras quitar a Córdoba

El hecho de que los colchoneros insistieran en su ataque a medida que se acercaba el pitido final no significó, en cualquier caso, que el Athletic renunciase a jugar también su bazas a nivel ofensivo. Los leones siguieron a lo suyo, aunque cada vez con mayor tarea a la hora de contener.

Significativa, por cierto, la relación de jugadores elegidos por Garitano para este tramo final del choque (Sancet, Vesga, Núñez, De Marcos y Kenan) y, como consecuencia, la de los descartados (Ibai, Beñat, San José, Balenziaga, Lekue y Larra además de Iago Herrerín).


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