Caer en el Di Stéfano frente al Real Madrid entra dentro de la lógica del Eibar, sin embargo la negativa racha que enlaza el conjunto armero hace que creer en la permanencia se convierta en poco menos que un ejercicio de fe. El equipo de José Luis Mendilibar sumó este fin de semana su duodécimo partido consecutivo sin conocer la victoria. Doce encuentros en los que únicamente han conseguido 4 puntos de 36 posibles, colocando al Eibar en una posición delicada (penúltimo) para conseguir obtener la salvación una temporada más.
El propio técnico armero reconocía tras el partido contra el Madrid que su equipo deberá sufrir más que nunca para seguir en la élite, aunque se mostró esperanzado para alcanzar este difícil objetivo. “Podía darse un año de encontrarse en esta situación de estar sufriendo, pero tanto como este no hemos sufrido. Sabemos que somos un equipo que tenemos que sufrir y a ver si sabemos sufrir de verdad, como un equipo pequeño. Eso no quiere decir que bajemos los brazos, vamos a hacer ver a la gente que sabemos sufrir y que cada partido le va a costar mucho al contrario. Sabemos el calendario y dependemos de nosotros aunque estemos en descenso”, dijo.
Lo cierto es que el Eibar está en serios apuros. A día de hoy es penúltimo con 23 puntos, pero invita a cierto optimismo ver que la salvación esté a ‘sólo’ tres puntos -cuatro contando que tiene el ‘average’ perdido contra el Elche, el que marca la zona de descenso-.
El problema llega viendo la pésima racha que atraviesa el conjunto armero y el difícil calendario que tiene por delante. Al Eibar le restan 9 ‘finales’ y solo una de ellos es contra un rival directo por la salvación. El Alavés visitará Ipurua en cinco jornadas, pero antes los de Mendilibar se enfrentan a Levante y Real Sociedad en casa y a Atlético y Granada fuera. Luego quedarán rivales incómodos como Getafe, Betis Valencia y Barcelona que sin duda dificultarán la suma de unos puntos vitales para lograr el milagro de la permanencia.
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