La temible costumbre americana que llega a España para cambiarlo todo en los bares

España está en alerta ante la temible costumbre americana que con fuerza para cambiarlo todo en los bares. A la hora de ir a tomar algo, hasta la fecha hemos sido unos afortunados. Casi todos los bares nos regalan algo con la consumición, una minimagdalena o una pastita con el café y té o unas aceitunas o patatas fritas con la cerveza. Algo de lo que sentirnos orgullosos como españoles que no ha traspasado fronteras, lo bueno no se pega, pero si parece que lo malo, está llegando.

Llega esta costumbre americana

Los americanos son especiales en todos los sentidos. El país capitalista por excelencia es uno de los que menos impuestos paga en proporción a lo que ganan. Las empresas pueden vivir y los trabajadores cobran un doble sueldo, el que reciben del empresario y el de los clientes. De esta manera se aseguran un extra y un aliciente para hacer mejor su trabajo.

Es un sueldo variable que depende en gran medida de la capacidad del trabajador. Aquí en España parece que se está instaurando esta forma de premiar a los trabajadores de la mano de una propina. En Estados Unidos se calcula como parte proporcional a lo que se ha consumido, un porcentaje que varía con el nivel de satisfacción.

Pocas veces hemos valorado a una persona que lo está dando todo para que nos sintamos cómodos. En España el trabajador ya tiene un sueldo fijo, pero ahora, puede tener un plus que variará gracias a estas propinas que llegarán y que están empezando a ser comunes en muchos establecimientos. Se hace difícil de calcular y más en un contexto de subida de precios.

Con el aumento de precios generalizado, parece que no es un buen momento para subir una caña o un café. Pero con la llegada de las propinas costarán un poco más. Ya es difícil sacar tiempo y recursos para tener un poco de vida social, como para poder afrontar una costumbre que quizás no entendemos.

España ya es de los países que más impuestos paga, con lo cual, a cada producto ya se le incrementa el precio, siendo necesario para pagar a Hacienda. Lo difícil será para la Agencia Tributaria controlar estas propinas, con lo que, se necesitará establecer un sistema adecuado para la administración.


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